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miércoles, 3 de abril de 2013

OHL se queda con licitación del terminal 2 del puerto de Valparaíso

 

  • Hispana ofreció un índice máximo de licitación de US$ 6,8 frente al US$ 7,6 del consorcio formado por Grupo Empresas Navieras, Besalco y Ports of America.
Fuente: Diario Financiero
El nuevo terminal demandará una inversión que iría entre US$ 250 millones y US$ 300 millones.
El nuevo terminal demandará una inversión que iría entre US$ 250 millones y US$ 300 millones.
Santiago, Chile. 2 abril, 2013. La firma hispana OHL se quedó con la licitación del terminal 2 del puerto de Valparaíso.
Los ganadores ofrecieron un índice máximo de licitación (tarifa máxima a cobrar por tonelada) de US$ 6,8 contra los US$ 7,6 del consorcio formado por Grupo Empresas Navieras, Besalco y Ports of America, es decir la tarifa más baja de la V Región.
El director de OHL Concesiones, Sergio Merino, precisó a Efe que la Empresa Portuaria Valparaíso debe aún definir si otorga la adjudicación a la empresa española, una decisión que se prevé para fines de este mes.
“No habría ninguna objeción para que nos la adjudiquen. Lo que podría suceder, pero creemos que es una posibilidad mínima, es que la declaren desierta”, explicó el gerente.
El nuevo terminal demandará una inversión que iría entre US$ 250 millones y US$ 300 millones.
Además, permitirá duplicar la capacidad del puerto de Valparaíso, es decir, poder movilizar sobre 2 millones de Teus y debiera entrar en operación su primera fase al cabo a de fines de 2016.
Junto a la compañía española, también había presentado su oferta un consorcio integrado por Grupo Empresas Navieras, Besalco y Ports of America.

Constructoras en Bolsa estiman stock potencial de 13.000 viviendas para 2013

 

  • Siete firmas calcularon stock potencial a la SVS. Permisos de edificación crecieron 29% en un año.
Fuente: La Tercera
Los reportes a diciembre de 2012 revelaron que las siete compañías estiman un stock potencial para los próximos 12 meses de 13.323 viviendas para comercializar. El 53% son departamentos.
Los reportes a diciembre de 2012 revelaron que las siete compañías estiman un stock potencial para los próximos 12 meses de 13.323 viviendas para comercializar. El 53% son departamentos.
Santiago, Chile. 2 abril, 2013. En un mercado atomizado, con muchos actores en competencia, siete empresas son un buen referente. Las siete constructoras abiertas en Bolsa reportaron a la Superintendencia de Valores y Seguros información que el regulador exigió por primera vez, dada la inquietud instalada en 2012 sobre el boom inmobiliario.
Los reportes a diciembre de 2012 revelaron que las siete compañías estiman un stock potencial para los próximos 12 meses de 13.323 viviendas para comercializar. El 53% son departamentos.
El actor principal es Socovesa, con 5.577 unidades en stock potencial, de las cuales el 75% corresponde a casas. El segundo actor es Paz, con 2.845 unidades (casi todos departamentos). El stock potencial incorpora, en el caso de la mayoría de las compañías, las viviendas que se terminarán y estarán disponibles para la venta en los siguientes 12 meses, más las que estaban disponibles a diciembre pasado.
Echeverría Izquierdo, en cambio, contabilizó en su reporte 111 casas como stock potencial, pero a diciembre tenía un stock disponible de 67 casas y 501 departamentos, por lo que la cifra total, dicen en la firma, es la suma: 679 unidades.
Algo similar ocurre con Salfacorp, dueña de Aconcagua. La firma tenía a diciembre un stock de 1.247 viviendas y el potencial a 12 meses suma 2.366. Salfacorp no precisó si la segunda cifra incluye las viviendas disponibles a diciembre.
El stock a 12 meses de Moller Pérez Cotapos suma 466 unidades, pero en la firma agregan para 2013 las 325 unidades disponibles a diciembre. El gerente inmobiliario de la firma, Marcos Retamal, dice que “los precios han aumentado entre 12% y 15% contrastados estos valores con el año anterior, lo que se sustenta en los costos de reposición de los terrenos y el aumento en los costos de construcción”.
El gerente general de Ingevec, Rodrigo González, coincide: “La velocidad de venta ha sido similar al fuerte dinamismo registrado en 2012, al igual que los precios, los cuales se han mantenido, en relación al año pasado, sin grandes variaciones”.
En 2012 se vendieron 69.191 viviendas en Chile.
Permisos y promesas
Las siete firmas suman permisos de edificación aprobados por 381.000 metros cuadrados, 29% más que los 295.000 del año previo. Las mayores son Paz, Socovesa e Ingevec.
Las empresas reportaron, además, los desistimientos de ventas promesadas en 2012. Socovesa, la mayor del sector, tuvo una tasa de 10,1% en casas y 4,4% en departamentos. En Paz desistieron la venta 169 de 3.419 departamentos: 4,9%. En Salfa fue de 14%.

Bulevar gastronómico en el centro de Maipú se construirá en 2014

 

  • Además, para facilitar el flujo de peatones entre el templo y la plaza, se ampliarán veredas.
Fuente: La Tercera
En total, son 36.000 m2 los que se intervendrán, pues también se remodelarán algunas calles perpendiculares a Av. 5 de Abril.
En total, son 36.000 m2 los que se intervendrán, pues también se remodelarán algunas calles perpendiculares a Av. 5 de Abril.
Santiago, Chile. 2 abril, 2013. Caminar desde el Templo Votivo hasta la Plaza de Maipú por la Av. 5 de Abril, pero con veredas más amplias y con terrazas para tomar café, será la nueva postal de esta importante arteria en 2016.
El proyecto de convertir ese tramo de 700 metros en un espacio donde los peatones puedan caminar con mayor holgura y entretenerse, viene de la anterior administración de Alberto Undurraga. Sin embargo, ésta no logró concretarlo y hoy lo está retomando el edil Christian Vittori, quien promete que comenzará con las obras en el primer semestre de 2014.
“Es un proyecto prioritario. Será una especie de subcentro con variados servicios y comodidades, como los 350 estacionamientos subterráneos debajo del bulevar. Esto, para allegar a vecinos que están más lejos dentro de la comuna”, dice Vittori.
Para que el espacio luzca más atractivo, se soterrarán cables eléctricos, se instalarán juegos de agua, nuevo mobiliario y más áreas verdes. Fuera de eso, se ampliará la calzada: a las dos pistas que hay por sentido, se agregará una más para un corredor del Transantiago.
Para peatones
Uno de los puntos más relevantes es la ampliación de las veredas a 14 metros de ancho, con lo que se generará una gran explanada entre ambos hitos maipucinos.
En total, son 36.000 m2 los que se intervendrán, pues también se remodelarán algunas calles perpendiculares a Av. 5 de Abril.
“Queremos que se instalen restaurantes, cafeterías y pubs en esa zona para que sea un atractivo comunal”, explicó Vittori.
El proyecto de ingeniería ya fue terminado y ya está en el Serviu para que sea aprobado. Una vez que finalice esa etapa, buscarán los recursos para financiar parte de los $ 11.000 millones que cuesta la iniciativa. La idea es postular a los fondos del Consejo Regional o de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, a mediados de año. El municipio de Maipú, en tanto, se hará cargo de $ 5.500 millones.
Respecto de los estacionamientos subterráneos, éstos serán los primeros de este tipo que se construyan en la comuna.
“Queremos tener todos los servicios en un solo lugar; es decir, sumar a los locales donde se hacen trámites, restaurantes y locales para el ocio”, comenta Vittori.
El edil señala que comenzaron una ronda de conversaciones con Metro, para coordinar la creación de dos nuevas escotillas de salidas que den directamente al nuevo bulevar. “Así, se potenciaría más el nuevo espacio”, dice Vittori.

Terrazas en el techo: los nuevos patios de los que habitan en el último piso

 


  • Hace tres años, el techo de los nuevos edificios de la zona oriente se les está vendiendo a los que compran el piso más alto.
Fuente: La Tercera
Los inmobiliarios se han dado cuenta de que la terraza-techo es altamente demandada y los departamentos que la traen incluida cuestan un 35% más que los demás
Los inmobiliarios se han dado cuenta de que la terraza-techo es altamente demandada y los departamentos que la traen incluida cuestan un 35% más que los demás.
Santiago, Chile. 2 abril, 2013. El arquitecto Pablo Sills vivía en una casa en Huechuraba y pese a que disfrutaba de su jardín, estaba cansado de los tacos. Cuando decidió cambiarse a Eliodoro Yáñez con Av. Lyon escogió un departamento que tuviera una terraza donde cupieran todas sus plantas y una piscina. “Compré un departamento con patio en el techo. La sombra que le daban los árboles a mi jardín de Huechuraba ahora se la dan los edificios vecinos al patio de mi terraza”, dice Sills, quien habita un piso 16.
Cuando comenzaron a levantarse los primeros edificios DFL 2 en el centro de Santiago, se estrenaron masivamente las quintas fachadas; es decir, los techos destinados a espacios comunes de sus habitantes. Ahí surgieron piscinas, quinchos y simulaciones de jardines. “Los terrenos conquistados no eran muy amplios y era necesario darles calidad de vida a los nuevos vecinos”, afirma Roger de Barbieri, presidente del Instituto Inmobiliario.
La tendencia siguió expandiéndose en la capital. Lo nuevo es que hace tres años algunas inmobiliarias -como Simonetti, Moller y Almagro, entre las que construyen en la zona oriente- comenzaron a proyectar quintas fachadas para uso exclusivo de quienes compran los últimos pisos de sus edificios. Por un costo que puede llegar a las UF 21.000.
No son las únicas opciones. Varios capitalinos más empezaron a conquistar los techos por precios más adaptados al alcance de su bolsillo. ¿Las razones? vivir en un espacio con áreas verdes, pero más seguro que una casa.
Según Cristián Acevedo, gerente general de Valuaciones de Chile S.A., a principios del siglo XX las azoteas de los departamentos eran utilizadas para instalar pequeñas habitaciones que se usaban como bodegas. “Ahí se guardaban los materiales de aseo o bien se acondicionaba la pieza del conserje. También se usaban como salas de máquinas de los ascensores”, dice Acevedo. Se veían mayoritariamente en el centro de Santiago y varios de esos espacios pasaron a ser de gran interés para los habitantes del último piso de antiguos edificios.
Como es el caso del arquitecto Albert Tidy, quien vive en un cuarto piso (y último) de la calle Merced. Hace algunos años, cuenta, abrió una lucarna que ocupó parte del techo, y aunque tuvo que pedir una autorización municipal, logró expandirse hacia el techo. “No fue fácil, porque un propietario se opuso, pero ahora está todo regularizado”, cuenta.
Antes de que se publicara la Ley 19.537 de copropiedad inmobiliaria en 1982, las azoteas de los antiguos edificios se podían adquirir. “Se le compraba a toda la comunidad y ahí cada dueño podía hacer lo que quisiera. Por lo tanto, estos últimos pisos con acceso a la quinta fachada se vendieron así ”, explica Acevedo.
Sin embargo, después de la ley esto se prohibió. Quien quiera intervenir la cubierta de un edificio debe tener la venia del 75% de la comunidad. En el caso de los edificios nuevos cuyos techos sean exclusivos, esta ley no rige.
Aprovechar el cielo
El arquitecto Gonzalo Mardones es un precursor en la ciudad en el aprovechamiento de los techos. Dice que la tendencia nació en Suiza en 1922, cuando el arquitecto Le Corbusier acuñó el concepto con el fin de aprovechar la luz y hacerle frente al encarecimiento de los suelos.
“La utilización de las cubiertas como parte del diseño es una oportunidad de mejorar el volumen y usar un lugar para nuevas experiencias, como tener mejores vistas y espacios”, aclara Mardones.
Hace tres años que inmobiliarias que construyen mayoritariamente en Vitacura (cerca del Club de Polo), Las Condes y Lo Barnechea apostaron por la construcción de edificios de departamentos cuyos últimos pisos tienen acceso exclusivo a una terraza que alcanza los 150 m2. Se trata, eso sí, de propiedades que van desde los $ 150 millones a los $ 450 millones. “En general, se trata de propiedades cuyo m2 fluctúa entre las UF 60 y UF 90”, aclara Acevedo. “Los inmobiliarios se han dado cuenta de que la terraza-techo es altamente demandada y los departamentos que la traen incluida cuestan un 35% más que los demás”, agrega el experto.
Uno de los que han incursionado en esta tendencia es la inmobiliaria Almagro. Hace dos años comenzó a aprovechar la quinta fachada y actualmente tiene seis proyectos en venta, la mayoría por un valor cercano a UF 16.000. “Arriba hay jacuzzi y hemos incluido un sistema de audio para escuchar música en todo el techo”, señala José Luis Calderón, gerente de marketing de la inmobiliaria.
“Nosotros apuntamos a profesionales exitosos, gente soltera o separada que tiene un alto nivel de ingreso y que tiene el dinero para disfrutar de una buena terraza con panorámicas en 360 grados de la ciudad”, explica.
Hernán Reyes, gerente general de Simonetti, agrega una última razón por la que este modo de vivir se ha ido expandiendo. “Como los últimos pisos se ocupan completos, hay más privacidad. No te topas con vecinos y tampoco los tienes en el piso superior. Y otro factor que sin duda pesa es la seguridad, pues tienes un patio que reemplaza al de una casa, donde ya algunos santiaguinos se sienten inseguros”, explica.

Estudio prevé que la Región Metropolitana podría quedarse sin suelo disponible para las construcciones en 2017

 

  • Estima que a un ritmo de edificación anual de 800 hectáreas, se agotarían las cerca de 4.000 hectáreas que quedaban en la RM a 2012. Indica que la falta de superficie incide en el aumento del precio de las viviendas, al igual que el alza de la demanda por parte de hogares con menos integrantes, los que han crecido en los últimos años.
Fuente: El Mercurio
10.000 hectáreas urbanas se añadirían a la capital con el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS 100).
10.000 hectáreas urbanas se añadirían a la capital con el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS 100).
Santiago, Chile. 1 abril, 2013. Algunos de los factores que inciden en el alza de los precios de las viviendas son los altos costos de edificación y de los terrenos, debido a su menor disponibilidad.
Un reciente estudio de LarrainVial -realizado para sus clientes- señaló que “hay escasez de terrenos en Santiago y en Chile, ya que los planos reguladores constriñen la expansión de las zonas urbanas y el regulador no tiene disposición a cambiar esta situación”.
El documento -proporcionado a este medio por fuentes del rubro inmobiliario- detalla la actual disponibilidad de terrenos urbanos en el Gran Santiago. Señala que en 2012, en la Región Metropolitana, quedaban cerca de 4.000 hectáreas disponibles para construir, 2.300 hectáreas menos que en 2007.
Añade que si se considera un ritmo de construcción anual de 800 hectáreas, la RM se quedaría sin tierra para edificaciones en 2017.
“A pesar de que existe la posibilidad de utilizar terrenos donde existen edificaciones previas, el proceso es más lento y costoso”, agrega el informe.
Al revisar algunas de las comunas de la RM, las cifras de LarrainVial revelan que la disponibilidad de terrenos se concentra en sectores periféricos, orientados a familias de bajos y medianos ingresos. Aquí destacan San Bernardo y Puente Alto, donde igualmente se observa un avance en el consumo de superficie entre 2007 y 2012.
Las comunas del sector oriente -como La Reina, Vitacura y Las Condes- son las que muestran menor oferta de hectáreas para nuevas construcciones.
Aunque en el estudio no se menciona, el Gobierno está tramitando desde hace varios años la aprobación del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS 100) que añadiría cerca de 10.000 hectáreas urbanas a la capital.
Sin embargo, los primeros proyectos inmobiliarios en esos nuevos terrenos estarían saliendo recién cinco años después de la puesta en marcha de esa iniciativa.
Crecen hogares con menos integrantes
El informe de LarrainVial indica que el precio de las viviendas en Chile ha aumentado 31% real en los últimos 10 años, cifra menor a otras naciones desarrolladas y de la región, precisa. De paso, el estudio descarta que exista una “burbuja” inmobiliaria en Chile.
El análisis señala que hay factores demográficos -además de costos de construcción, escasez de terrenos y aumento de salarios, entre otros- que sustentan el encarecimiento de las viviendas. “Los hogares unipersonales han aumentado significativamente en Chile y el número de integrantes por hogar ha caído en los últimos años, generando un incremento en la demanda por viviendas”, precisa.
En esa línea, indica que en diez años se crearon 900.000 hogares aproximadamente, de los cuales 400.000 fueron en Santiago. Añade que los hogares son cada vez más pequeños, pasando de un promedio de cuatro integrantes en 1990 a 3,7 individuos en 2002 y 2,9 personas en 2012.
A la vez, estima que en 2012 más del 13% de los hogares estaban integrados por una sola persona. En 1990, el número era de 6,9% y hace una década de 11,6%.

Inmobiliaria Manquehue invertirá US$ 200 millones en 2013 y hará edificios en Chicureo

 

  • La compañía también levantará, en la zona oriente de Santiago, viviendas que podrían costar hasta UF 45.000.
Fuente: El Mercurio
El gerente general de Inmobiliaria Manquehue, Fabián Wulf, comentó que el año pasado comercializaron unas 1.000 viviendas y que en 2013 prevén crecer 25% en ese aspecto.
El gerente general de Inmobiliaria Manquehue, Fabián Wulf, comentó que el año pasado comercializaron unas 1.000 viviendas y que en 2013 prevén crecer 25% en ese aspecto.
Santiago, Chile. 1 abril, 2013. Inmobiliaria Manquehue -fundada por la familia Rabat- invertirá US$ 200 millones este año en nuevos proyectos. Ello, en el marco de su plan de US$ 850 millones a 2016.
Esto lo concretará tras el antecedente de los positivos resultados financieros alcanzados en 2012, cuando sus ingresos operacionales crecieron 60% hasta los $ 109.303 millones, mientras que las utilidades de la parte controladora subieron 373%, llegando a $ 9.348 millones.
El gerente general de Inmobiliaria Manquehue, Fabián Wulf, comentó que el año pasado comercializaron unas 1.000 viviendas y que en 2013 prevén crecer 25% en ese aspecto.
También señaló que la apuesta de la firma es alcanzar al 2017 los UF 6 millones en comercialización de viviendas, mientras que para este año la proyección es cercana a los UF 4 millones.
Uno de los proyectos destacados de la empresa para 2013 es la construcción de edificios de departamentos de seis pisos en la zona del club de golf de Piedra Roja, desarrollo urbano situado en Chicureo que pertenece a Inmobiliaria Manquehue. Se trata de 88 unidades con precios entre las UF 13.000 y UF 15.000 y tamaños de 200 m2 a 300 m2.
Serán los primeros departamentos que se construirán en esta zona, dijo Wulf. “Hay gente dispuesta a vivir en departamentos en Chicureo. El fenómeno de las parcelas se viene desarrollando desde los años 90 y ya hay generaciones que quieren achicarse, y les entregamos un producto destacado”, agregó.
Las obras del proyecto partirán el segundo semestre de 2013.
La compañía invertirá cerca de US$ 100 millones en Piedra Roja este año, la mitad del monto previsto para el ejercicio.
Otra iniciativa que lanzará el segundo semestre se ubicará en la zona de Santa María de Manquehue, donde levantarán 19 casas y 44 departamentos “de lujo”, con precios que fluctuarán entre las UF 30.000 y UF 45.000.
En Puente Alto y la VI Región, espera concretar tres nuevas iniciativas en los próximos meses.
Precios y créditos
Fabián Wulf espera que este año se estabilicen las alzas en los precios de las viviendas, pero indicó que los costos de mano de obra y la escasez de terrenos son factores que presionan los valores de las casas y departamentos en Santiago. Indicó que los bancos están solicitando un pie mayor para otorgar créditos. Sostuvo que la tendencia es que están solicitando cerca del 15% versus el 10% que pedían antes.

El edificio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo que renovará la avenida Portugal

 

  • El proyecto modernizará la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile y se transformará en 2014 en un nuevo referente urbano del barrio.
Fuente: La Tercera
se tomo la decisión de hacer un corte en el volumen para generar una “gran ventana” a través de una fachada traslúcida que muestra el interior.
Se tomó la decisión de hacer un corte en el volumen para generar una “gran ventana” a través de una fachada traslúcida que muestra el interior.
Santiago, Chile. 1 abril, 2013. La esquina de Portugal con Marcoleta se teñirá por las noches de suave luz artificial. La iluminación provendrá de las ventanas verticales de una “nave” futurista que se transformará en un nuevo referente urbano del sector. Hoy desperdiciada, esa área de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile se convertirá, en 2014, en un edificio de líneas contemporáneas que dialogará con un entorno patrimonial.
A través de la invitación que hicieron las autoridades de la facultad a sus profesores, en enero pasado la propuesta diseñada por Fernando Dowling, arquitecto y académico, junto al también arquitecto de la Universidad de Chile, Claudio Santander, fue la elegida para construir ese espacio.
“Uno de los desafíos fue darle una quinta fachada. Desde el punto de vista de los habitantes de las torres de San Borja, el techo significa un aporte y en el proyecto se considera que éste armonice con las torres existentes. Las ventanas continuarán desde el muro hacia el techo y durante las noches se iluminarán espontáneamente por su uso para salas de posgrado”, apunta Dowling sobre el diseño, en el que también participaron los arquitectos Carlos Bornand y Sergio Mora, y el estudiante Jaime Bravo.
Otro de los aspectos relevantes fue disponer el edificio de tal forma que genere un nuevo acceso a la facultad por medio de una gran explanada integrada al espacio público de Av. Portugal, conservando los árboles originales que, junto a la construcción antigua, fueron declarados de conservación histórica.
La propuesta da mayor importancia a la esquina. Para ello se tomó la decisión de hacer un corte en el volumen para generar una “gran ventana” a través de una fachada traslúcida que muestra el interior. A su vez, el muro sur será acristalado, lo que permitirá filtrar abundante luz natural y hacer visibles salas de clases o una galería de arte.
Vista aérea de la fachada sur del edificio desde Av. Portugal.
Vista aérea de la fachada sur del edificio desde Av. Portugal.
Una moderna biblioteca se ubicará en el subsuelo y generará un patio de luz y vegetación, con techos triangulares de cristal para incorporar luz al interior. Finalmente, una pasarela unirá el sector antiguo y el nuevo.
El edificio permitirá que la facultad reordene la secuencia de sus oficinas administrativas y así incluirá la Escuela de Posgrado, el Instituto de la Vivienda (Invi), el Departamento de Geografía, el Centro de Proyectos Externos y la Fundación FAU.
La estructura de 7.000 metros cuadrados también albergará estacionamientos subterráneos, una sala de exposiciones, una librería y una nueva cafetería.
“No es un edificio completamente de cristal como se acostumbra en la arquitectura contemporánea. Es equilibrado, conjuga con el resto de la facultad y comparte algunos elementos de identidad con el conjunto”, destaca Leopoldo Prat, decano de la Facultad de Arquitectura.
El edificio Marcoleta solucionará el déficit de 3.000 metros cuadrados que tiene la facultad, especialmente en salas de clases.
Los antiguos pabellones que componen la facultad fueron caballerizas del Ejército. Estuvieron a punto de ser demolidos para construir nuevas torres de la Remodelación San Borja. Ante ese peligro, a fines de los años 70, profesores de la Escuela de Arquitectura intervinieron para conservarlos.
El recinto fue construido en 1883 para el Regimiento de Caballería Nº 2 Cazadores, fundado en 1818. En 1933, esa institución se trasladó y el edificio fue ocupado para el Liceo 5 de Niñas y el Mercado Presidente Juan Antonio Ríos, donde había carnicerías, zapaterías y florerías.
En 1976, el inmueble se traspasó a la Facultad de Arquitectura. 37 años después, esa institución apuesta hoy por un nuevo edificio, que se complementará con los pabellones originales. Pero esta no será la única reinvención que sufrirá el barrio. “A futuro, hay un proyecto municipal contemplado en el nuevo Plan Regulador para completar la calle Marcoleta y hacerla continua, porque actualmente está cortada por el Parque San Borja. Marcoleta pasará por el borde del parque. Nosotros queremos proponer a la municipalidad que sea una calle de poca velocidad, adoquinada y que pertenezca al parque”, remata el decano.

Construcción sustentable non stop: Fiebre por la certificación LEED

 

  • Cada vez es más común que en los edificios de oficinas uno de sus atributos sea la certificación LEED®. Nuestro país incluso está séptimo en el Top Ten mundial en cantidad de proyectos presentados que quieren exhibir entre sus ventajas este sello reconocido internacionalmente, que garantiza que el proyecto es más eficiente en el uso de agua, energía y otras variables ambientales que los que no siguieron esos criterios constructivos. Consultamos a algunos expertos cómo ven este “boom”. Con matices, en algo coinciden: difícilmente se volverá atrás.
Fuente: La Segunda
Titanium fue el primer edificio en registrarse para obtener la certificación LEED®.
Titanium fue el primer edificio en registrarse para obtener la certificación LEED®.
Santiago, Chile. 1 abril, 2013. En el escenario inmobiliario actual, Chile está a la vanguardia en lo que a construcción sustentable se refiere, particularmente en el ámbito de las oficinas. Así se puede ver en la publicidad y letreros que promocionan con bombos y platillos esta característica de los nuevos proyectos en venta o construcción. En gran medida ello responde a que el mercado local ha venido apostando desde hace algunos años por la denominada “construcción sustentable”, reflejada principalmente en la carrera por obtener certificaciones de reconocimiento internacional, especialmente la LEED®, otorgada por el capítulo chileno del Consejo de la Construcción Ecológica de Estados Unidos, más conocida por su nombre en inglés, el US Green Building Council, organización que promueve criterios de sostenibilidad en el diseño, edificación y funcionamiento de edificios.
La preocupación por este tema no es antojadiza, pues se estima que los edificios comerciales, públicos y residenciales son grandes responsables de la energía utilizada a nivel mundial y de liberación de dióxido de carbono al ambiente. La Agencia Internacional de Energía (IEA) considera, incluso, que éstos son responsables de entre el 25% y 35% de las emisiones contaminantes de CO2 emitidas y del 35% del recurso energético utilizado en todo el orbe.
De ahí que temas como dónde se construye, con qué materiales o bajo qué criterios no den lo mismo. Que la preocupación esté radicada en la etapa de construcción tampoco es fortuita, ya que algunas estimaciones consideran que cerca del 25% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero y consumo energético durante la vida útil de la edificación corresponderán a la etapa de la construcción.
Para paliar esos impactos ambientales la mayoría de los nuevos proyectos incorpora medidas de mitigación en tres aspectos estratégicos: consumo de recursos no renovables, el uso de energía, calidad y disponibilidad del agua y la contaminación emitida; los impactos sociales que incluyen la salud de la comunidad, la productividad de los empleados y el bienestar de alumnos y pacientes, y beneficios económicos asociados principalmente a la baja en los costos de operación y mayor valorización de los activos.
En nuestro país, los ojos están principalmente puestos en los criterios constructivos de estructuras sustentables y energéticamente eficientes contemplados en la certificación LEED® (Leadership in Energy & Environmental Design). Pionero fue en 2006 el proyecto Torre Titanium al ser el primero en registrarse para obtener dicha certificación y exhibirla al mercado. Siete años después, Chile cuenta con 25 proyectos certificados y 154 en proceso, lo que ubica al país en los “Top 7” a nivel mundial en cantidad de proyectos registrados LEED®, con un total de 177 .
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Proceso todavía voluntario
En general, en nuestro país el parámetro más utilizado para establecer si una construcción es o no sustentable es la certificación LEED®, que según los expertos es la que a una más criterios de sostenibilidad, a pesar de que existen otros parámetros y reglamentos.
En el Green Building Council (GBC) Chile explican que se trata de un proceso de certificación en el cual un tercero evalúa si el edificio cumple con estándares básicos, por ejemplo, en términos de cuánta energía o agua ahorra.
“La construcción sustentable es la práctica de crear estructuras y usar procesos que reducen el efecto negativo en el medio ambiente y en la salud de las personas, a través del uso eficiente de la energía, el agua, los materiales y el terreno, proteger la salud de los ocupantes y mejorar su productividad, y reducir los residuos y la contaminación que produce cada edificio. Para lograr lo anterior, la construcción sustentable considera el ciclo de vida del edificio desde la elección del terreno, diseño, construcción, operación y mantenimiento, hasta su demolición”, destaca Paula Hidalgo, directora ejecutiva de GBC Chile.
La certificación, detalla, provee tanto a los mandantes como a los operarios y usuarios de un edificio una estructura para identificar e implementar soluciones prácticas y medibles para sus procesos de diseño, construcción y operación. Como consecuencia, algunas de las ventajas de esta certificación son lo que hoy se consideran “buenas prácticas de construcción”.
Quienes desean conseguir este sello deben someterse a un proceso voluntario que ha proliferado por el mundo desde el año 2000. Desde entonces su aplicación le ha hecho estar presente en 135 países. Actualmente, LEED® cuenta con sistemas de evaluación para casas, barrios, interiores comerciales, núcleo y envolvente, nuevas construcciones, colegios, retail, establecimientos de salud y edificios existentes.
sustentabilidad non stop 2
Avances en oficinas, deuda pendiente en viviendas
A pesar del “boom” que hoy se aprecia, el interés por avanzar en criterios de sustentabilidad y de eficiencia energética no es particularmente reciente. Los expertos recuerdan, incluso, que los primeros esfuerzos en esta línea han venido del propio Estado.
A modo de ejemplo, Cristián Yáñez, subgerente de Eficiencia Energética y Construcción Sustentable de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la Cámara Chilena de la Construcción, puntualiza que los primeros antecedentes de este tipo de edificación parten con la “reglamentación térmica”, que estableció algunas medidas de aislación de las viviendas, impulsada por el Ministerio de Vivienda a fines de la década del 90.
“La construcción sustentable comenzó a tomar más fuerza en los últimos años, cuando ya tiene un valor de mercado. En ese contexto las certificaciones, y en específico la certificación LEED®, han aportado mucho al desarrollo del mercado sustentable, especialmente en edificaciones de oficinas y edificios corporativos, no así de viviendas”, comenta Yáñez.
A su juicio, la tendencia que hoy se observa por obtener esta certificación respondería a que de esa manera “es más fácil” arrendar o vender el proyecto inmobiliario. “No hablemos del tema técnico de que ahorran más costos, porque eso es súper discutible, pues hay mucho investigador que dice que el LEED® no funciona o que sí funciona. Pero sí tiene un concepto de marketing que es fuerte y que le ha dado valor de mercado”, plantea.
Con todo, el experto señala que un punto interesante de dicha certificación es que no sólo afecta al edificio en construcción, sino también a los materiales y al entorno del proyecto.
Tan importante ha sido esta tendencia en la construcción de edificios de oficinas que el presidente de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA), Yves Besançon –arquitecto que también encabezó el emblemático megaproyecto Costanera Center–, destaca que “así como los arquitectos tenemos que considerar la condición sísmica de nuestro territorio para las estructuras y formas de nuestros proyectos, también debemos considerar que éstos sean sustentables”.
Para el experto de la CDT, la construcción sustentable, y en particular su certificación asociada, sin duda ha significado un valor agregado para cierto tipo de edificaciones, como las oficinas comerciales, pues eso le permite “ganar puntos” en el mercado, con sus proveedores y con los clientes a quienes van a vender o arrendar. No ha sido de igual forma, agrega, en el ámbito residencial.
“En términos de otro tipo de edificaciones, como las casas y departamentos, todavía no está tan considerado porque el cliente final, que pide un crédito hipotecario, busca un menor precio. Si bien se aplican regulaciones como la reglamentación térmica y se ha aprovechado el beneficio tributario para la instalación de paneles solares, medidas más profundas significan aumentar el precio de la vivienda entre 3% y 5%, por lo que hoy este mercado aún no es demandado”, advierte.
Para que ello ocurra, Yáñez apunta a que el ingreso per cápita de los chilenos aún debe incrementarse hasta llegar a los US$ 30.000 o US$ 35.000, como ocurre en países más desarrollados, que es cuando cambian las prioridades de los compradores, pues en un mercado como el local hoy se sigue viendo que se privilegian variables como la seguridad del barrio a la hora de elegir donde vivir.
“Una vez que eso se tiene asegurado, el tema de la sustentabilidad, de la eficiencia energética, del confort térmico pasa a ser más relevante”, explica.
A juicio de Yves Besançon, para que la construcción sustentable se consolide como tendencia es indispensable que exista una participación directa del Estado mediante políticas de subsidio y de beneficios de tipo tributario u otros para incentivar la construcción de edificios sustentables y durables.
“Insisto, lo que más hace falta es que se creen herramientas legales que permitan beneficios y obligaciones sustentables para los proyectos tanto en su diseño como durante su construcción y operación”, subraya.
Los edificios de oficinas son los que llevan la delantera en construcción sustentable.
Los edificios de oficinas son los que llevan la delantera en construcción sustentable.
Impactos reales
En concreto, a la hora de evaluar cuáles son los impactos reales que genera una construcción sustentable, Paula Hidalgo detalla que este tipo de edificación significan un ahorro de entre 24% y 50% en el uso de energía, entre 33% y 39% en la emisión de CO2, 40% en uso de agua y 70% en reciclaje de materiales.
“Los edificios, desde los más pequeños hasta los más altos rascacielos, son responsables de gran parte del consumo energético de nuestro planeta, y por lo tanto, de un importante porcentaje de las emisiones de CO2 contaminantes. Este considerable impacto ambiental causado por las edificaciones contribuye a una destrucción progresiva del planeta, y frente a tan complejo problema se promueven los denominados edificios ‘verdes’ o ‘green buildings’ como una alternativa a la necesidad de edificar”, destaca la directora ejecutiva de GBC Chile.
Pero a pesar de los ahorros, en la Asociación de Oficinas de Arquitectos reconocen que el impacto concreto es algo que sólo se podrá comprobar cuando pase un tiempo prudente “en el que podamos medir empíricamente sus resultados para evaluar su real efecto en el medio ambiente y en la economía en el consumo de energías”, dice Besançon.
“En todo caso, es claro que considerar condiciones que hagan sustentable un edificio produce mayores costos de construcción y por lo tanto incidentes en la inversión inicial pero este mayor costo, éste se ve rápidamente amortizado durante los primeros años de operación en los ahorros de energía y en menores costos de manutención y reposición”, agrega el presidente de la AOA.
Más crítica es la postura del CDT. A juicio de Yáñez, hoy no se pueden decir cuáles son los impactos reales de la construcción sustentable, pues no hay suficientes datos para medirlo.
“Hay gente muy crítica a la certificación LEED®, pues dicen que los ahorros no se justifican o incluso que gastan más que edificios no LEED® porque tiene más ‘accesorios’. Sin embargo, el concepto sí vende; capaz que ahorres menos, pero con el concepto LEED® probablemente vas a poder vender más rápido el edificio y venderlo a un mayor precio, por ese lado va el beneficio”, destaca el ejecutivo, quien reconoce que hoy la construcción sustentable “otorga valor y va a otorgar más valor a futuro. Nosotros estamos en una etapa muy preliminar, pero ya en otros países como Alemania cada vez hay más normas hacia lo sustentable. Ya no se concibe de otra manera. Es un mercado que va a seguir creciendo”.
Una mirada que no comparten en la AOA. A juicio de Besançon, “hace ya un tiempo largo que esto ya no es una herramienta de marketing como efectivamente pudo serlo en algunos casos en un principio. Hoy la sustentabilidad en la construcción es considerada un factor que otorga valor agregado a la obra y que es apreciada y pagada por los usuarios con agrado y que además comprenden su finalidad, tanto para su propio bolsillo como para beneficio de la comunidad en la que están inmersos”.
En este sentido, subraya que hay ejemplos concretos con los cuales se puede demostrar que la construcción sustentable genera impactos reales, como por ejemplo, el ahorro en 40% en energía eléctrica al usar iluminación del tipo LED o ventanas con cristales tipo termo panel, que genera ahorros en calefacción de 50% en comparación con las tradicionales.
“Existen muchos más ejemplos concretos que podríamos enumerar y que están evaluados con buenos resultados en la sustentabilidad de un edificio como materiales locales, evitando largos viajes para transportarlos, o considerar diseños eficientes en el ahorro de energía como quiebra soles, cristales de alta eficiencia o considerar las diferentes orientaciones de las fachadas de los edificios para diseñarlas según sean más o menos asoleadas”, enfatiza Besançon.
Sostenibilidad también alcanza para inmuebles antiguos
La construcción sustentable no sólo apuesta a los nuevos edificios, sino también a pequeñas acciones que se pueden adoptar en los inmuebles más antiguos.
En este sentido, el presidente de la Asociación de Oficinas de Arquitectos destaca que si bien evidentemente un edificio nuevo es más sustentable, pues considera desde su construcción estos criterios, es posible aplicarlo también en una construcción ya existente. Prueba de ello, dice Yves Besançon, es que la certificación LEED® tiene tablas y acciones distintas para obras nuevas así como para las construcciones ya existentes en su calificación.
Destaca que para reciclar edificios antiguos existen acciones que pueden ir “desde el cambio de los artefactos sanitarios de bajo consumo, usar ventanas termopanel y mejorar la aislación térmica de cubiertas y muros en contacto con el exterior. También se deben revisar y modificar los equipos utilizados para enfriar o calentar el ambiente interior. Hoy prácticamente todos los equipos son del tipo ‘verde’ con mejor performance en el consumo de energía. Todo implica una inversión y un costo, pero que se pagará solo en unos pocos años de uso, economizando dinero bajando los consumos eléctricos y otros combustibles”, señala el presidente de AOA.
Por su parte, Cristián Yáñez, subgerente de Eficiencia Energética y Construcción Sustentable de la CDT de la Cámara Chilena de la Construcción, destaca que esto debe partir por la “valoración de las personas”. Esto, explica, porque se ha visto en Europa que cuando la gente vende su vivienda usada debe poner una calificación informando a los clientes cuánto gasta en energía o cuánto consume el edificio. “Eso transparenta la información, que es el paso básico”, detalla.
En el caso de oficinas, el ejecutivo destaca que “se ha hecho con el tema de los aires acondicionados que hoy son más eficientes, con cambio de ventanas, apostar más por la iluminación natural y creo que va a haber un mercado a futuro de todo lo que sea reacondicionamiento de oficinas”.
Cómo se obtiene la certificación LEED
Para obtener esta certificación, el GBC Chile establece siete categorías o áreas de análisis que se distribuyen en créditos que totalizan como máximo 110 puntos. Estas categorías son: energía y atmósfera, sitio sustentable, calidad del ambiente interior, materiales y recursos, eficiencia del agua, innovación en el diseño, y prioridad regional.
El cumplimiento de estos créditos otorga una serie de puntos en función de los cuales se entrega un grado de la certificación que puede ser LEED® Certified, Silver, Gold y Platinum.
En Chile, edificios como el de Fundación Minera Escondida, Titanium La Portada y la Biblioteca de la Universidad Diego Portales han obtenido la certificación Gold, mientras que el edificio corporativo de Molymet fue el primero en obtener la certificación Platinum.