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martes, 23 de abril de 2013

Vivienda estudia cambios legales para fomentar uso de azoteas y subsuelos urbanos

 

  • Iniciativa busca fijar incentivos a privados para que habiliten estos espacios. Urbanistas piden mejorar la norma de ventilación e iluminación en subterráneos.
Fuente: El Mercurio
Plaza Ñuñoa: El boulevard construido junto al palacio consistorial es un buen ejemplo del uso de suelos subterráneos que se busca generar con el cambio legal. También la estación Escuela Militar del Metro y el centro cultural Palacio de la Moneda exploraron esta opción.
Plaza Ñuñoa: El boulevard construido junto al palacio consistorial es un buen ejemplo del uso de suelos subterráneos que se busca generar con el cambio legal. También la estación Escuela Militar del Metro y el centro cultural Palacio de la Moneda exploraron esta opción.
Santiago, Chile. 22 abril, 2013. Malls verdaderamente enterrados varios metros bajo tierra y con un gran parque en la superficie, plazas públicas en la azotea de edificios, amplios teatros subterráneos debajo de algún centro histórico. Ideas como estas, que ya existen en ejemplos inmediatos -como el Museo del Louvre en París- pueden sonar hasta futuristas en alguna ciudad chilena. Pero no por mucho tiempo…
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) inició el estudio para impulsar una normativa que permita fomentar la construcción de espacios privados y públicos en el subterráneo y en los techos de edificios.
“La idea es que se pueda aprovechar el subsuelo como un espacio de calidad muy grande. Esto puede también reducir alturas, porque para igual densidad, se puede pensar en construir hacia abajo o aprovechar el espacio para comercio, recintos culturales y servicios. Es una gran oportunidad pensando en que la ley de aportes podría liberar el espacio que los proyectos reservan para estacionamientos”, explica el ministro de Vivienda y Urbanismo, Rodrigo Pérez.
Según los análisis realizados por el arquitecto Gonzalo Mardones (que entregó su propuesta del tema al Minvu), la ciudad puede obtener ganancias generales con la iniciativa. “El suelo como un recurso escaso se recupera. Además, vivir y trabajar o practicar el ocio o el comercio tiene ventajas térmicas y los valores de los terrenos urbanos bajarían ya que se podría construir más con la misma figura urbana sobre el nivel de la calle”, afirma.
Con él concuerda el urbanista Pablo Allard. En su opinión, es necesario fijar incentivos para que los desarrolladores inmobiliarios exploren con más fuerza ambos espacios desaprovechados. “Se puede establecer premios a la constructibilidad a aquellos proyectos que incorporen áreas verdes en la superficie de los techos, para promover parques, techos verdes y espacios ocupables”.
Espacios públicos
Si bien los proyectos privados ya han optado por explorar la construcción de techos verdes en las cubiertas, “patios ingleses” (subterráneos abiertos que entregan un piso más a los edificios) o locales comerciales en estacionamientos (como el de Plaza Perú en Las Condes), el desarrollo de espacios públicos no corre la misma suerte.
De acuerdo con el urbanista Luis Eduardo Bresciani, actualmente la Ley General de Urbanismo y Construcción no permite que los municipios, a través de sus planes reguladores, tengan facilidades para premiar a un privado con más constructibilidad a cambio de financiar espacios públicos para la comunidad en subterráneos, cubiertas o áreas verdes en la superficie.
A su juicio, el cambio que se requiere no debiese ser nacional, sino local, para que los municipios, mediante sus planes reguladores, decidan qué zonas incentivar. “No tendría ningún sentido llenarnos de terrazas públicas en lugares donde no se requiere más espacio publico, pues estarían destinadas al abandono”, afirma.
Otra modificación que se requiere propiciar, según Bresciani y Allard, es mejorar las normas constructivas en los subsuelos, para asegurar la provisión constante de ventilación e iluminación bajo tierra. Actualmente, la ley no establece una normativa especial que garantice ambos elementos en estos espacios.

Problemas de recursos tienen al hospital de Ñuñoa solo con su “cáscara” en pie

 

  • Aunque originalmente estaría listo a fines de este año, el Ministerio de Salud asegura que el recinto podrá atender a público a partir del primer semestre de 2015. Hoy está lista solamente la obra gruesa.
Fuente: El Mercurio
Solo fachada A simple vista el edificio de avenida Grecia con Los Jardines luce como si fuera un hospital más de la capital; sin embargo, solamente la obra gruesa está terminada y aún faltan los trabajos interiores y el equipamiento.
Solo fachada: A simple vista el edificio de avenida Grecia con Los Jardines luce como si fuera un hospital más de la capital; sin embargo, solamente la obra gruesa está terminada y aún faltan los trabajos interiores y el equipamiento.
Santiago, Chile. 22 abril, 2013. Los cinco pisos del “Hospital Clínico de Ñuñoa” lucen imponentes en medio de un barrio (Av. Grecia con Los Jardines) donde predominan las casas de un piso. Por fuera, el recinto parece terminado, pero en realidad lo único que tiene acabado, hace meses, es su obra gruesa.
El financiamiento para la puesta en marcha ha sido esquivo. Primero se intentó por el modelo de concesión. Incluso hubo dos licitaciones, pero no llegaron ofertas.
Luego se firmó un convenio con el Ministerio de Salud para que este último se hiciera cargo de terminar las obras, equipar y administrar el recinto, a través de un comodato por 99 años.
Así, lo que iba a ser una clínica preferente para los vecinos de Ñuñoa, a medio camino se transformó en un recinto asistencial más para el sector oriente de Santiago. Esta zona tiene dos particularidades: es la que cuenta con más adultos mayores en el país, por lo que las demandas de salud son más altas, y es el con mejor cobertura a nivel de salud, ya que en él se concentra gran parte de la oferta de clínicas y, por lo tanto, de camas privadas.
También iba a tener estándar de clínica, pero la reformulación hecha por el Ministerio de Salud lo llevó hacia el modelo de “hospital clínico”, donde la docencia se convierte en un factor clave. Además el proyecto ya no tendrá las 200 camas planificadas inicialmente, sino que 120.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, agrega que “el servicio de urgencia de la Posta 4 se traslada y se desmunicipaliza, ocupando todo el primer piso del hospital clínico”. Con esto se descongestionaría la demanda de camas para los hospitales Del Salvador y la Asistencia Pública, ex Posta Central.
Estos cambios se concretaron tras el traspaso al Servicio de Salud Metropolitano Oriente, aprobado por el concejo municipal de Ñuñoa el 14 de marzo del año pasado.
Luego de eso, el alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, cuenta que “durante todo el verano trabajamos e hicimos los arreglos que nos pidió el Ministerio de Salud y ya lo tenemos listo”.
¿Qué frena el proyecto entonces? Los $ 4.625 millones que invirtió el municipio solo cubren la construcción exterior del recinto. Aún restan las terminaciones e instalaciones de sistemas de gases, electricidad, climatización e iluminación ($ 16.202 millones), comprar e instalar los equipos ($ 8.330 millones) y la readecuación del proyecto para que se someta a la evaluación estructural y a la Evaluación Social de Proyectos que realiza Desarrollo Social ($ 370 millones).
El edil asegura que esos $ 24.902 millones están a punto de ser aprobados por el Ministerio de Hacienda, lo que permitiría, según Sabat, “tener implementado el hospital completo, desde el tercer subterráneo hasta el quinto piso en 18 meses, aunque el primer piso, donde funcionará la Urgencia, podría operar desde fines de 2013″.
Sin embargo, esto último fue descartado por el Ministerio de Salud, que asegura que el proyecto contempla su entrega total para el primer semestre de 2015. Y las obras no partirán hasta que Hacienda traspase los recursos al Servicio de Salud.
Pero eso no es todo. Se estima que para el establecimiento de 120 camas, cuatro pabellones, 50 boxes de atención y un servicio de urgencia para adultos y pediátrico que funcionará las 24 horas se necesitan 500 funcionarios, lo que implicaría gastar $ 13.720 millones anuales, que tampoco están resueltos.
Cifras
$ 24.902 millones son los que deberá aportar Salud para terminar las obras del recinto, aseguran en Ñuñoa.
Dos años durará el término de las obras, que se espera estén listas el primer semestre de 2015.

Arquitectos critican nuevo intento por aprobar Plan Regulador de Santiago: “Es antojadizo”

 

  • El plan, dicen los expertos, insiste “en la misma estrategia para el crecimiento de Santiago, es decir, aumentar la cantidad de suelo urbano sin proveer ni garantizar los sistemas de transporte, equipamientos, viviendas sociales ni nada por el estilo”. Miembros de la comisión presidencial de Desarrollo Urbano se sienten pasados a llevar.
Fuente: La Segunda
klotz alegria allard
Arquitectos critican nuevo Plan Regulador Metropolitano de Santiago añadiría cerca de 10.000 hectáreas urbanas a la capital .
Santiago, Chile. 22 abril, 2013. Polémica ha causado la decisión del Gobierno de reintroducir para su aprobación en la Contraloría -trámite que, según dijeron hoy en el Ministerio de Vivienda, se realizará durante esta semana- el nuevo Plan Regulador Metropolitano de Santiago, que añadiría cerca de 10.000 hectáreas urbanas a la capital.
De esta forma, la iniciativa suma un nuevo capítulo en su trastabillado recorrido.
En julio del año pasado, por ejemplo, la secretaría regional ministerial de Vivienda retiró el plan del órgano fiscalizador debido a que éste (en septiembre de 2011) había presentado una serie de alcances a la propuesta.
Según explicaron en aquella oportunidad las autoridades del Minvu, las precisiones a efectuar en el documento eran de “forma” y no de “fondo”. Una de estas correcciones era la constatación de que se había consultado a los municipios involucrados en el área de expansión, es decir, a Cerro Navia, Renca, La Pintana, Puente Alto, Quilicura, Pudahuel, Maipú y San Bernardo.
Y supuestamente, a mediados de octubre pasado, las autoridades iban a enviar los antecedentes corregidos a la Contraloría para que ésta tomara razón y fuese -eventualmente- aprobada.
Quien abrió los fuegos contra esta decisión de las autoridades fue el decano de la facultad de arquitectura de la Universidad Diego Portales (UDP), Mathias Klotz, quien señaló que “este es nuevo intento de implementar un proceso de expansión del área urbana de la capital cuya formulación no se ha hecho de modo coordinado entre los ministerios del área y que finalmente solo traerá más autos, más contaminación y un sistema de transporte público menos eficiente”.
En esta misma línea el secretario general del Colegio de Arquitectos, Julio Alegría , sostuvo que “me parece que insistir en esta situación es un error, más si existe un desacuerdo tan importante en esta expansión antojadiza que se quiere imprimir a la cuidad”.
“Manotazo del ahogado”
“Esto es como el manotazo del ahogado para salvar esta propuesta, porque me parece que ni el Ministerio de Vivienda está de acuerdo. Y no puede estar de acuerdo, sobre todo cuando se ha impulsado un diálogo en la comisión presidencial de Desarrollo Urbano que está discutiendo los temas de fondo sobre cómo queremos que crezcan las ciudades”, añadió Alegría.
Por su parte, el director del laboratorio ciudad y territorio de la UDP, Genaro Cuadros, -miembro de la comisión presidencial- sostuvo hoy que el Gobierno se “contradice” con todos los argumentos que se han expuesto en esa instancia.
“Lo contradictorio es que llevamos un año trabajando en la política nacional de desarrollo urbano. En ella hay un gran consenso de casi todas las partes de que lo que se requiere son instrumentos de planificación territorial que sean más integrales, y este Plan Regulador adolece totalmente de esa integralidad y representa un despropósito a la luz de ese esfuerzo que hemos hecho todo este año. Se envía de nuevo un Plan Regulador, paralelamente a la discusión que mantiene una mesa con expertos respecto al tema. La verdad que no se entiende”.
El académico señaló que el nuevo Plan Regulador “sólo corrige las cosas que le pidió la Contraloría porque son ilegales, pero básicamente insistiendo en la misma estrategia para el crecimiento de Santiago, es decir, aumentar la cantidad de suelo urbano sin proveer ni garantizar los sistemas de transporte, los equipamientos, las viviendas sociales ni nada por el estilo y porque no lo puede hacer con la actual legislación. Esto contradice una de las cosas que se discutió durante un año en la política nacional de desarrollo urbano, y que era no extender más las ciudades si no se garantizaban los bienes y servicios mínimos para el funcionamiento de esos sectores”.
Allard: “No podemos congelar todo”
Desde otra mirada, el decano de la facultad de arquitectura de la Universidad del Desarrollo, Pablo Allard, sostuvo que “es necesario que se avance en la aprobación en el Plan Regulador”.
“Es una necesidad para organizar el crecimiento futuro de Santiago. Esto no significa que con esto Santiago crezca en 10 hectáreas como se ha dicho. Este plan incorpora criterios de construcción de viviendas sociales, de áreas verdes y de conectividad”, señaló.
En este contexto Allard añadió que no era necesario que esta propuesta fuese discutida en la comisión presidencial ya que la instancia “no está para discutir el ordenamiento territorial de cómo deben crecer las ciudades (…) La comisión existe para fijar los principios en lo que se va mover una política de desarrollo urbano”.
“No podemos pretender congelar todo, Santiago necesita coordinar su crecimiento”, remató.
“La Segunda” solicitó una versión sobre el tema al ministerio de Vivienda. Al cierre de esta edición, sin embargo, aún no recibíamos una respuesta.