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martes, 7 de mayo de 2013

Gobierno estudia densificar áreas cercanas a Metro

 


  • Estudio revela que existen 693 hectáreas en Santiago con baja densidad, aunque están ubicadas en sectores bien conectados.
Fuente: La Tercera
Un total de 693 hectáreas con baja densidad existen en las zonas aledañas a las líneas de Metro, en Santiago.
Un total de 693 hectáreas con baja densidad existen en las zonas aledañas a las líneas de Metro, en Santiago.
Santiago, Chile. 6 mayo, 2013. Una paradoja se aprecia en la última investigación del Ministerio de Vivienda y Urbanismo sobre el Gran Santiago: zonas como Bajos de Mena, en Puente Alto y a una hora en bus del centro de la capital, es uno de los sectores con la mayor cantidad de inmuebles por hectárea de Chile; mientras que el sector de Laguna Sur, en Pudahuel y ubicado a solo pasos de la estación de Metro del mismo nombre, se pueden emplazar menos de 50 viviendas por manzana.
Ese es uno de los principales datos que se desprenden de la investigación efectuada por la cartera a 14.000 manzanas (de 0,6 hectáreas en promedio) de 34 comunas de Santiago. En toda la capital existe un promedio de 64 viviendas por hectárea.
Una de las principales conclusiones es que los planes reguladores en las zonas cercanas al tren subterráneo impide la alta densidad habitacional. La excepción la constituyen manzanas del centro y oriente de la capital, que concentran una mayor cantidad de viviendas. Tal es el caso de Santiago Centro, Providencia y ejes de Las Condes y Ñuñoa. En esas áreas se alcanza una superficie de 796 hectáreas, que poseen una densidad de 160 viviendas por hectárea. El análisis contempló la franja de 600 metros alrededor de las líneas existentes (1, 2, 4, 4A, 5) y las proyectadas 3 y 6.
Sin embargo, el estudio establece que existen 693 hectáreas consideradas de baja densidad o capacidad de construcción (por altura o extensión), donde se pueden emplazar menos de 50 propiedades por hectárea. Así, comunas como Maipú (la segunda más poblada del país) o sectores de La Florida (tercera en habitantes a nivel nacional) tienen poca capacidad de expansión.
El análisis señala, además, que el 55% de la superficie estudiada, posee una regulación bajo las 163 hectáreas, medida con la que se puede emplazar un conjunto habitacional.
El ministro de Vivienda y Urbanismo, Rodrigo Pérez, explica que “si uno ve lo que pasa en el entorno de Metro, las densidades observadas son muy bajas y eso es algo que llama la atención. Si el Estado invierte millones de dólares por kilómetro, uno esperaría que la rentabilidad social de esa inversión sea alta”.
Evalúan nueva norma
Por ello, plantea que en esos sectores aledaños a Metro “uno podría pensar que exista una regulación, como una ley o un decreto que imponga alturas mínimas en torno a estas grandes inversiones, como una forma de densificar. Y complementariamente, poner incentivos adicionales para que estas mayores densidades incluyan viviendas económicas”. Por ello, la autoridad asegura que la cartera podría enviar un proyecto de ley dentro de este año, lo que pasa por una evaluación más amplia del Ejecutivo.
Para el subsecretario de Vivienda, Francisco Irarrázabal, los datos del catastro, “son preocupantes. En este estudio se revela la segregación que hay en la ciudad”. Añade que “en los lugares que ofrecen mayores niveles de integración a los servicios de la urbe, los planes comunales establecen regulaciones tan bajas que no permiten tener viviendas que satisfagan a más personas”. Cuenta que se ha mirado el modelo de Estados Unidos, donde existen incentivos a privados para construir en altura, en caso que incorporen a cuotas de viviendas para familias de diverso origen económico.
El socio de la Oficina Atisba, Iván Poduje, afirma que ubicar viviendas en estos sectores es ventajoso: “Beneficia a vecinos porque reducen tiempos de viaje, los costos de transporte y el uso del automóvil”.

Codelco: dimensión de Andina tras expansión se acercará al tamaño del rajo Chuquicamata

 


  • Profundidad máxima que alcanzará la mina a cielo abierto llegará a los 800 metros, mientras que la mina de la II Región alcanza hoy 1.200 metros. Sobre la longitud, el rajo será sólo 30% más pequeño.  Cifras son similares a las Chuqui de hace una década.
Fuente: Pulso
Andina 244 está en etapa actualmente de evaluación ambiental, especificamente en participación ciudadana.
Andina 244 está en etapa actualmente de evaluación ambiental, específicamente en participación ciudadana.
Santiago, Chile. 6 mayo, 2013. En el proyecto Andina 244, en el que Codelco desembolsará US$ 6.772 millones, la estatal tiene puestas gran parte de sus esperanzas de aumentar su producción en el mediano plazo, pues aportará de orden de 600.000 toneladas, cifra que supera la producción individual de cualquiera de sus operaciones actuales.
La magnitud de la producción de Andina también se verá reflejada en el tamaño del rajo, el que alcanzará dimensiones similares al de Chuquicamata, conocida como la mina a cielo abierto más grande del mundo.
Según explicó el viernes el gerente general de la división Andina, Ricardo Palma, en entrevista con la radio Superandina de Los Andes en el marco del proceso de socialización del plan de expansión, el nuevo rajo de Andina alcanzará una profundidad máxima de 800 metros, cifra que es un tercio más pequeña que los 1.200 metros que hoy tiene Chuquicamata.
Sin embargo, la profundidad de Chuqui está fuertemente ligada con la explotación intensiva hecha en las últimas décadas, por lo que las diferencias no son tantas si se compara con Chuquicamata de hace diez o veinte años.
De la misma manera, Palma explicó que el largo del rajo será de un tercio más bajo, cifra que también es comparable con Chuqui de hace una década.
El ejecutivo, además, salió a aclarar los mitos que han surgido en torno al plan de expansión de Andina, principalmente aquellos relacionados con temas de sustentabilidad.
Según Palma, no es cierto que Andina 244 se vaya a internar en una zona habitable, pues se construirá en las cercanías de un área que ya está intervenida por la mina Los Bronces.
También descartó que la ampliación vaya a afectar el Santuario de la Naturaleza en la comuna de Lo Barnechea, pues el límite del santuario se ubica a una distancia de al menos 7 kilómetros respecto de la zona intervenida.
En relación con los polvos en suspensión y los riesgos de enfermedades como la silicosis, el gerente general de Andina planteó que esta patología se asocia a la minería subterránea, donde existe movimiento de roca, polvo y poca ventilación. “La nueva planta va a estar en superficie, y en ese sector vamos a estar frente a aires más puros, vamos a tener más espacios. Hay sistemas de filtros también, de manera que las nuevas instalaciones no debieran producir complicaciones”, complementó.
Sobre la situación del agua, y la supuesta amenaza que se cierne sobre el suministro hídrico en la Región Metropolitana, Palma fue enfático en señalar que sólo se intervendrá la cuenca del río Blanco, que alimenta al río Aconcagua, aunque en una proporción muy menor, que no alcanza a ser el 0,5% del total de la disponibilidad de la cuenca.
“Si tú me dices: va a afectar, sensiblemente no. Marginalmente, muy poco. Pero ése no es el problema de agua que tiene la provincia”, señaló. En esa línea, agregó que no es cierto que Andina 244 afecte a una treintena de glaciares, sino que sólo tendrá efecto sobre 6 de ellos, y en forma muy tangencial.
Aguas Andinas al debate
Precisamente el abastecimiento y la seguridad en el suministro de agua potable ha sido una de las principales preocupaciones de los opositores al proyecto de ampliación de la división Andina de Codelco, concentrados principalmente en la comuna de Lo Barnechea.
Por eso era extraño que, hasta ahora, Aguas Andinas no se hubiera metido en la discusión. Eso, hasta ahora, cuando como parte de una reunión técnica entre representantes de los organismos públicos con competencia en la tramitación ambiental del proyecto minero, realizada hace un mes, la empresa sanitaria dio a conocer, a través de una representante, su posición sobre esta iniciativa.
Una funcionaria de la empresa, profesional del área ambiental de la sanitaria, transmitió la preocupación de la compañía por que se estudie a toda la ciudad de Santiago como área de influencia del proyecto, pues existen dudas de que la operación de la mina pueda terminar afectando el flujo de agua superficial y de napas subterráneas del cajón del Mapocho, una de las dos fuentes de agua con que cuenta la compañía, además del Cajón del Maipo.
Según explicó la funcionaria, los análisis que se han realizado muestran que podría haber un efecto por la polución y el polvo generado por esta operación en el glaciar La Paloma, una de las principales fuentes de agua de que abastecen al cajón del Mapocho.
La magnitud
US$ 6.772 millones desembolsará Codelco en Andina 244, cifra que supera a todos los demás proyectos.
800 mts. será la profundidad máxima que alcanzará el rajo Andina. Esto es un tercio menor que Chuqui hoy.
600.000 toneladas de cobre son las que producirá Andina anualmente. Este nivel de producción es mayor que cualquier otro proyecto u operación actual de la cuprífera estatal.

Estas son las fallas más comunes que traen “de regalo” las viviendas nuevas

 


  • Solo el 40% de los clientes encuestados en un estudio dijeron estar satisfechos con las soluciones recibidas.
Fuente: Las Últimas Noticias
Según el estudio citado sólo el 40% de los compradores de viviendas declaran una satisfacción neta.
Según el estudio citado sólo el 40% de los compradores de viviendas declaran una satisfacción neta.
Santiago, Chile. 6 mayo, 2013. Que la casa o el departamento nuevo, el eterno sueño de la clase media, venga con alguna falla, es como darle a un niño un juguete roto o trizado. La maravilla dura hasta que en el baño se pilla una gotera, en la cocina fallan las llaves o en el living se empieza a levantar el piso flotante.
Ahí parte la decepción y, por cierto, el calvario, que será más o menos penoso según cuán grave sea la trizadura.
Un reciente estudio realizado por la consultora Great Place to Live determinó cuáles son los problemas más comunes con que la gente se topa al comprar una vivienda. Se encuestó a 900 clientes de inmobiliarias entre enero y abril de este año, lo que permitió hacer un ránking.
La lista parte con un problema que más de alguno ha sufrido en las mañanas de invierno: el cálefont y la baja presión de agua, que se lleva un 6% del total de reclamos.
“En Chile se instalan buenos aparatos, por lo que sus fallas tienen que ver con el diseño de la red que los alimentan. También, según el sector, se puede deber a la presión que existe en el lugar”, explica Rodrigo Valenzuela, profesor de la escuela de construcción del Duoc sede San Andrés de Concepción.
Los segundos en la lista son los artefactos de baño como tinas o lavamanos, seguidos de la categoría “otros problemas” que incluye temas como devoluciones de pagos de cuentas básicas, cheques de la reserva, etc. En el cuarto se ubicaron las filtraciones, con 5,8% y las cerámicas y el piso flotante, ambas con 4,7%. Una causa común a varios de los top ten tiene que ver, según explica Valenzuela, con la competencia de los maestros.
“Con el alto nivel de empleo, la mano de obra especializada escasea y se suple por otra menos calificada que no realiza el trabajo como corresponde”, cuenta.
Enrique Barba, presidente del comité gestión inmobiliaria de Colegio de Arquitectos, cree que esa no es la razón final. “Como sea, esa mala ejecución pasa porque no existe el control de calidad adecuado”, dice Barba.
Sea como fuere, al cliente lo que le importa es que le respondan. Según el estudio citado sólo el 40% de los compradores de viviendas declaran una satisfacción neta.
“El principal problema está en el choque que se da entre la inmobiliaria, que se preocupa de su imagen y del servicio entregado y la forma en que históricamente han trabajado las empresas constructoras, que son las que ejecutan los trabajos de postventa”, explica Tomás Cartagena, director ejecutivo de Great Place to Live.
¿A quién acudo?
Para exigir reparaciones se debe acudir al juzgado de policía local, quien obligará al primer vendedor, definido en la escritura, ya que no siempre es la inmobiliaria, a realizarlas. Los plazos varían según el problema. Para las terminaciones son tres años; para la tabiquería, la instalación sanitaria, eléctrica y de gas, cinco. En los temas estructurales el plazo es de diez años. El Sernac funciona como una instancia paralela.
“El comprador puede presentar su reclamo para que se inicie una mediación. Si la empresa no responde, puede exigir sus derechos presentando una denuncia ante un tribunal ordinario”, explican en la institución.