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martes, 11 de junio de 2013

Conozca los principales reclamos de las personas tras comprar una vivienda


  • La lista la lideran las fallas en “calefonts y presión del agua” con un 9%, seguido por el mal funcionamiento de “artefactos de baño” y “otros servicios de post-venta” con un 6% respectivamente.
Fuente: Emol
En esta medición, que se realiza entre 6 a 12 meses después de la entrega de la propiedad participan, por el momento, 10 inmobiliarias
En esta medición participan, por el momento, 10 inmobiliarias.
Santiago, Chile. 10 junio, 2013. “Great Place to Live” elaboró un ranking que detalla las principales quejas registradas por 900 clientes de la Región Metropolitana y V Región que compraron casas y departamentos nuevos durante los últimos 12 meses, en el marco del lanzamiento de su Sello Great Place To Live, que a partir de este año evalúa la satisfacción de las personas tras comprar una vivienda.
En éste, las fallas en “calefonts y presión del agua” ocupan el primer lugar entre los reclamos, con un 9%, seguido por el mal funcionamiento de “artefactos de baño” y “otros servicios de post-venta” con un 6% respectivamente.
Luego figuran las “filtraciones” con un 5%; los desperfectos en “cerámicas” y “pisos flotantes” con un 4%; “detalles generales del producto” y “ventanas” con un 3,9%; “grifería” y “problemas eléctricos” con un 3%; y “calderas o calefacción” con un 3,4%.
El director ejecutivo de Great Place To Live, Tomás Cartagena señala que más del 90% de las fallas técnicas registradas corresponden a post-venta inmobiliaria: “Una mala experiencia no se genera por tener problemas, porque todos sabemos que estos van a existir, sino que se genera cuando los desperfectos no tienen una solución óptima. No sólo en el resultado, sino también en el procedimiento para alcanzar la solución”, comenta.
Servicio post venta hace la diferencia
Cartagena agrega que al analizar las evaluaciones de los productos, la diferencia que hay entre la nota máxima y mínima que obtienen las inmobiliarias “no es tan grande como la diferencia que existe a nivel de servicios. Es por esto que parte importante del trabajo que realizamos con las inmobiliarias apunta a medir temas respecto al cumplimiento de plazos y la rapidez en la entrega de soluciones, cuyas variables tienen un gran peso en la satisfacción general de las soluciones entregadas a través de las diferentes áreas de post-venta”.
Sin embargo, el profesional es claro en decir que, respecto de los problemas en calefones, hay temas de mantención asociados a los reclamos, los cuales debieran ser atendidos por los mismos propietarios.
“Existen zonas como Maipú en que el agua acarrea muchos minerales adosados a ella, lo que produce una constante producción de sarro o calcificación del serpentín del calefont, cuyo resultado es que el agua caliente no logra calentarse lo suficiente, así como tampoco llega con tanta facilidad a segundos pisos de viviendas. Esto provoca reclamos a las áreas de post-ventas”, explica.
En esta medición, que se realiza entre 6 a 12 meses después de la entrega de la propiedad participan, por el momento, 10 inmobiliarias, con el fin de dar la oportunidad a sus clientes de poder canalizar su experiencia de compra, retroalimentando internamente a las diferentes áreas de las empresas inmobiliarias, aunque la idea es que luego sirva a futuros compradores a apoyar su decisión de compra a través de un ranking anual de las mejores inmobiliarias para vivir.

Juan Sabbagh: El arquitecto que refundará el “elefante blanco” de Pedro Aguirre Cerda


  • Se trata del Hospital Ochagavía, que en 1973 paró su construcción y que el 22 de junio se retoma.
Fuente: La Tercera
El arquitecto a cargo del proyecto, Juan Sabbagh, visita la obra en Pedro Aguirre Cerda.
El arquitecto a cargo del proyecto, Juan Sabbagh, visita la obra en Pedro Aguirre Cerda.
Santiago, Chile. 10 junio, 2013. “En cuanto recibí el encargo creí que era un cacho. Pensé al tiro en las excusas que daría para no hacerlo, y es que no era cualquier edificio. Era el ícono del fracaso y el abandono”, recuerda el Premio Nacional de Arquitectura, Juan Sabbagh, sobre el minuto exacto en que le ofrecieron hacerse cargo de “refundar” el ex Hospital Ochagavía ubicado en Pedro Aguirre Cerda.
Si bien Núcleo Ochagavía no es su proyecto más grande (antes hizo el pabellón de Chile en la Expo Shanghai 2010 y la fábrica y el edificio corporativo de Coca-Cola Andina), dice que es “su proyecto más importante”.
Este arquitecto de 62 años recibió el encargo en diciembre pasado en su oficina de Isidora Goyenechea. Era la séptima vez que este edificio -conocido como “elefante blanco”- llegaba a manos de un experto para que le diera mejor vida. Y la tercera vez que le llegaba a él.
“Antes me había negado a tomar el proyecto, porque el encargo no era claro. Ahora, en cambio, venía resuelto. Querían un núcleo de oficinas mezcladas con bodegas”, cuenta Sabbagh sobre la idea de la empresa Megacentro. Además, el presupuesto de US$ 40 millones estaba listo.
Otro de los argumentos que lo convenció fue el que no se estuviera forzando la estructura existente a ser algo más pretencioso, como un mall, por ejemplo. “Oficinas y bodegas era lo mejor que podría hacerse ahí”, indica el arquitecto sobre este inmueble que empezará a construirse el 22 de junio.
Lo que queda atrás
Ubicado entre las calles La Marina, Manuela Errázuriz, Angel Guarello y Club Hípico a la altura del 4.600, este edificio fue por 40 años el ícono de las iniciativas fallidas.
Según Sabbagh, esto se debe a que el proyecto fue erróneo desde su concepción. “¿Por qué tu objetivo va a ser el hospital más grande de Sudamérica? Es presuntuoso e innecesario, si no respondía a la realidad, ¿Cómo vas a hacer departamentos en esta infraestructura?, era ridículo”, dice.
Es por eso, y pese a cargar sobre sus hombros con 84.000 m2 de terreno y centenares de toneladas de concreto y fierro, Sabbagh asegura que no fracasará y que dejará de ser el punto negro dentro de la capital en tres años.
Para potenciar la “nobleza” de la obra, él apostará por una doble piel de acero crudo, una que al oxidarse con el paso del tiempo tomará una pátina de colores muy bonita, que lo revitalizará sin ocultarlo. “No es lógico simular que no existe, lo honesto es refundarlo”, afirma.
No habrá derribos. Toda la estructura se conservará, pues comenzar a remover tierra y generar un alto tránsito de camiones sería poco sustentable. Generaría un impacto ambiental negativo, algo que ya fue absorbido por el entorno hace 40 años. Además, el inmueble demostró soportar tres terremotos: el del 71, 85 y 2010.
Sobre las oficinas, cuenta Sabbagh que “serán modulares y sofisticadas. Tendrán aire acondicionado, ascensores de última generación y el mismo estándar de uno tipo A, del mejor barrio de Santiago”.
Participación ciudadana
A diferencia de otros proyectos, éste fue sometido a consulta ciudadana. Se trabajó con el municipio y los vecinos, quienes asistieron a charlas informativas en las que expusieron dudas e ideas. También hay una caseta al costado de la obra donde se explica la iniciativa.
“Fue inédito. Los vecinos se tomaron con mucha seriedad la propuesta de mitigaciones. Ellos mismos podrán definir en qué orden ejecutarlas, la repavimentación, la instalación de áreas verdes, de juegos infantiles y de mobiliario urbano, entre otras. Fue importante para ellos, porque tomaron protagonismo en el futuro cambio de su entorno. Esto no es sólo nuestro; es del barrio”, sentencia Sabbagh.

Cava del siglo XIX: El tesoro escondido de calle Lira


  • Hace dos décadas, la UC encontró una cava del 1800 debajo del antiguo solar de la familia Lira. Antes de levantar ahí un nuevo edificio, sacó ladrillo por ladrillo la antigua estructura y la replicó en el Centro de Extensión para albergar un restaurante.
Fuente: La Tercera
La decoración del restaurante La Cava es mínima, para cederle todo el protagonismo a sus muros y cielos abovedados.
La decoración del restaurante La Cava es mínima, para cederle todo el protagonismo a sus muros y cielos abovedados.
Santiago, Chile. 10 junio, 2013. Uno a uno se desmontó cada ladrillo en el subterráneo de los terrenos que compró la Universidad Católica al poniente de Lira. Se guardaron en un espacio, con sigiloso cuidado, hasta que la entidad definiera el lugar dónde se volverían a montar uno sobre otro para dar forma a la estructura original: unos bellos arcos en forma de bóveda catalana.
En 1988, cuando la UC adquirió los terrenos delimitados por Diagonal Paraguay, Lira y Alameda, sabían que en el subsuelo se escondían algunas sorpresas, como esta cava. Pero no fue sino hasta principios de los 90 cuando se dieron cuenta del lugar preciso que ocupaba. Olía a humedad y estaba en mal estado, pero la universidad decidió recuperarla por tratarse de una construcción de mitad del siglo XIX y que había pertenecido a uno de los clanes aristocráticos más influyentes de la época, la familia Lira.
Poco se sabe de la historia de estos terratenientes, excepto que tenían campos en el sur y que en la capital vivían en un solar que ocupaba una manzana que antes iba desde la Alameda hacia el sur. El historiador Miguel Laborde explica que en esa zona de la capital, entre San Francisco y Vicuña Mackenna, abundaban las propiedades agrícolas pequeñas de media héctarea (parcela) o de un par de ellas (casaquinta), y que la de los Lira “era una posesión un poco más elegante, porque tenían un activo rol social”.
Por eso presume que lo lógico fuese que tuvieran una cava grande. “Para recibir con buenos vinos a sus invitados”, dice Laborde.
Es muy probable también que ese espacio oscuro y frío cumpliera la labor de refrigerar alimentos como los granos y la sal.
Ubicación original y nuevo emplazamiento.
Ubicación original y nuevo emplazamiento.
Estilo extinto
En los 90 hicieron las primeras indagaciones para saber dónde estaba exactamente la reliquia del 1800 y, luego de encontrarla, comenzaron a pensar qué hacer con ella. Sin embargo, sólo en 2006 la universidad encontró su destino y en 2012 su lugar definitivo: a unos pocos metros de su ubicación original, debajo del Centro de Extensión UC. De hecho, hace unos días, y en el marco de la celebración de sus 125 años, acaba de inaugurarse la réplica exacta de la cava de ladrillos y argamasa (especie de cemento), tal y cual estuvo durante décadas debajo de la casa de la familia Lira. A fin de mes el espacio abovedado de cielo curvo abrirá al público como restaurante.
El director de infraestructura UC, Hans Muhr, cuenta que en 2006 cuando la universidad planeaba levantar el edificio Patio Alameda (MBA) en el terreno al poniente de Lira, se pensó hacerlo sobre la cava, y dejarla en medio de los estacionamientos subterráneos de la nueva construcción. Pero pronto esa idea se desechó, pues el tesoro habría perdido protagonismo. Eso sí, se mantuvo la convicción de guardar esta estructura.
Ese mismo año 2006, partió un levantamiento riguroso y el desmontaje de los ladrillos. Fue un proceso que tomó cinco meses y que contó con la opinión de Santiago Arias, ingeniero especialista en restauración patrimonial recientemente fallecido. El fue también quien dio las directrices para su reinstalación en el lugar en que hoy se encuentra.
Apenas se desmantelaron, los bloques de barro cocido se conservaron en pallets (cajones) de madera y solo seis años después, en 2012, las autoridades de la UC decidieron trasladarlos a la vereda oriente de Lira, a unos 50 metros de su ubicación original para comenzar a levantar la réplica.
Al reconstruirla, los obreros reinstalaron los bloques en el orden que mejor les pareció, “derechitos”, sin saber la fórmula correcta para llegar a la geometría perfecta de un arco. “Hubo que capacitarlos en un sistema constructivo ya extinto en Santiago para poder emprender esta tarea de conservación patrimonial que no conocían”, cuenta Francisco Prado, académico de la Escuela de Construcción Civil UC y uno de los encargados del rescate de esta reliquia arquitectónica. Junto a él, trabajaron también los arquitectos Enrique del Río y Juan Ignacio Baixas.
Fueron cerca de 27 personas -entre arquitectos, ingenieros, constructores civiles y obreros- los que trabajaron en conjunto durante ocho meses en rearmar la cava en el costado surponiente del Centro de Extensión en un nivel subterráneo. Aunque el inmueble no estaba protegido desde el punto de vista patrimonial, la casa de estudios hizo parte a la Municipalidad de Santiago y al Consejo de Monumentos Nacionales.
A fin de mes, la nueva cava de 85 m2 se abrirá como restaurante al público. Sobre ella se hizo una terraza de adoquines que une el Centro de Extensión con la plaza del edificio Patio Alameda, al otro lado de Lira.
El nuevo espacio podrá albergar a 90 comensales y su carta será internacional, con acento en las carnes finas, como wayú y cordero magallánico a la parrilla. La patente de alcoholes está en trámite para que dentro de poco esta cava vuelva a tener botellas de vino como sus principales atractivos.

Tramo de 2,7 kilómetros de Costanera Sur ya está listo: Falta decisión del Ministerio de Obras Públicas para su uso

Tramo de 2,7 kilómetros de Costanera Sur ya está listo: Falta decisión del Ministerio de Obras Públicas para su uso

  • Trayecto de dos pistas fue construido por Parque Titanium como parte de sus obras de mitigación. Aún la cartera debe construir otras dos pistas complementarias en el mismo sector. “La duda es si abrir ahora o esperar la licitación y la construcción de las obras”, indican desde el Municipio de Vitacura.
Fuente: La Segunda
Así lucen las dos pistas de 2.7 kilómetros que ya están construidas en Costanera Sur.
Así lucen las dos pistas de 2,7 kilómetros que ya están construidas en Costanera Sur.
Santiago, Chile. 10 junio, 2013. Desde hace semanas que podrían transitar vehículos, pero sólo lo hacen ciclistas y unos cuantos runners.
Esa es la realidad que viven los 2,7 kilómetros de vía de un tramo de la Costanera Sur que construyó el empresario Abraham Senerman como parte de las obras de mitigación vial por el desarrollo de su Parque Titanium, un complejo de 3 torres de oficinas de 23 pisos cada una en pleno barrio Sanhattan, que se está levantando en medio de un parque de 4 hectáreas.
Se trata de una arteria ubicada entre Isabel Montt (calle lateral al Colegio Las Ursulinas) y Santa Rosa de Las Condes (cerca de la Embajada de Estados Unidos).
Y aunque a principios de abril el Ministerio de Obras Públicas (MOP) informó que “aún existen trabajos pendientes por lo cual las obras aún no pueden ser recepcionadas”, la realidad hoy es otra.
Según Titanium, “las obras están completamente finalizadas. Además, la última lluvia (de finales mayo) demostró que quedaron perfectamente ejecutadas”. Sin embargo la arteria sigue cerrada.
Abrirían sólo los accesos al Parque Titanium 
Consultado por La Segunda, el MOP -encargado de autorizar el funcionamiento de la vía- informó que “se está pronto a autorizar la apertura del primer tramo (de esta arteria) como calle de servicio. Esto, mientras se ejecutan las obras del plan Santiago Centro Oriente”, que contempla 8 obras para descongestionar ese sector de la ciudad, entre las cuales está construir la Costanera Sur.
Ello, aclaró el MOP, significa que sólo se usaría una parte de los 2,7 kilómetros ya listos como calle de acceso a los edificios del Parque Titanium.
Por ahora los automovilistas pueden usar dos pistas -construidas también por Titanium- al oriente de la vía que está pronta a abrir y que conecta calle Isabel Montt con el Puente Centenario (Américo Vespucio).
Preocupación en Vitacura 
La apertura de la Costanera Sur ha estado en el centro de las preocupaciones urbanas de la Municipalidad de Vitacura, debido a que un tramo importante de ella pasa por la comuna: desde el Puente Los Saldes a Isabel Montt.
Consultados sobre la habilitación de los 2,7 kilómetros ya construidos, informaron: “No sabemos cuándo se abrirá”.
Al interior del municipio se ha puesto en duda la habilitación de la Costanera Sur este año y así lo advirtió el administrador municipal, Alejandro Jahn, en un reciente Concejo Municipal (de finales de abril).
Ello, porque la arteria en este sector incluye la construcción por parte del MOP de otras dos pistas más (adicionales a las ya construidas por Senerman) y también una conexión hacia la Costanera Norte.
“Estos proyectos los están licitando este año y podrían estar materializados el próximo. Por ello habría que intervenir nuevamente la vía para materializar esas dos pistas adicionales, por lo que están decidiendo la conveniencia de abrir (lo construido) o no, ya que estaría 10 meses abierto y luego deberían volver a cerrar para hacer las otras obras”, explicó.
Agregó: “La duda del MOP en este minuto es si abrir ahora o esperar la licitación y la construcción de las obras. El problema es que si uno abre por unos meses y después vuelve a cerrar produce un problema. Eso es lo que están evaluando”.
Y aunque en Titanium declinaron referirse a esa decisión, advirtieron que “el compromiso del MOP y la Municipalidad de Vitacura de abrir la vía está explicitado en el Protocolo de Acuerdo de 2008 y su Complemento del año 2012. En él, la inmobiliaria autoriza el uso anticipado de las obras viales de manera que estas “se configuren como el primer desvío necesario” para la ejecución del resto de las obras viales proyectadas en el sector”.