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viernes, 30 de agosto de 2013

Organizaciones alertan escasez de viviendas sociales por altos costos de construcción

 

  • “Hay mucha construcción de viviendas sin subsidio, para el 30% que puede pagar. Para el resto, Chile puede proveer este beneficio, pero no significa que la gente vaya a tener vivienda”. Minvu descarta que haya problemas en esta materia.
Fuente: La Segunda
Antes se entregaban los subsidios cuando había un proyecto asociado, hoy se entregan a personas que quieren casa pero no necesariamente que tienen un proyecto asociado.
Antes se entregaban los subsidios cuando había un proyecto asociado, hoy se entregan a personas que quieren casa pero no necesariamente que tienen un proyecto asociado.
Santiago, Chile. 30 agosto, 2013. El alza en el precio de los terrenos y un escaso interés de las constructoras por los proyectos enfocados en sectores más vulnerables serían las razones tras la disminución en la disponibilidad de viviendas sociales en el país.
Así al menos lo advierten algunos expertos de organizaciones dedicadas al trabajo con los más desposeídos. Como el presidente de América Solidaria, Benito Baranda, quien el jueves en un encuentro con organizaciones sociales afirmó: “En el caso de las viviendas sociales para personas en situación de pobreza, vienen bajando desde el gobierno anterior y han disminuido bastante”.
Mientras, Leonardo Moreno, director ejecutivo de la Fundación Para La Superación De la Pobreza , dijo a “La Segunda” que “hay mucha construcción de viviendas sin subsidios, para el 30% que puede pagar. Para el resto, Chile puede proveer subsidios, pero no significa que la gente vaya a tener vivienda”.
“No hay proyectos”
El año 2010 el gobierno cambió la política de subsidios habitacionales y se crearon los decretos supremos N° 49 (DS 49) y N° 1 (DS 1), para grupos emergentes y vulnerables, respectivamente. El objetivo era que la gente, subsidio en mano, saliera a buscar las alternativas a su alcance.
“Efectivamente el Estado ha hecho un esfuerzo enorme en la entrega de los subsidios, el problema está en si son colocados o no en el mercado”, dice Moreno. En el caso del DS 49 -un subsidio sin deuda que financia la totalidad de la vivienda- afirma que “lamentablemente no existen construcciones para los sectores más pobres, no hay proyectos prácticamente”.
A su juicio, el bajo número de viviendas en el Fondo Solidario de Elección de Vivienda del DS 49 explica el “crecimiento inorgánico de zonas como Buin y Paine. La razón evidente es el precio del suelo”.
Dado que la falta de vivienda se concentra en los sectores pobres, Moreno afirma que esa gente “prefiere seguir viviendo allegada que tener que asumir una vivienda en la periferia, tremendamente alejada del centro urbano”.
“La gran pregunta para el próximo gobierno es qué vamos a hacer. Vamos a aumentar la densificación, vamos a seguir comiéndonos terrenos adyacentes a Santiago, vamos a seguir yendo a dejar personas fuera o vamos a avanzar hacia una situación más integral”, señala.
Felipe Arteaga, gerente general de la fundación Invica , (cuya labor se centra en los subsidios DS 1, donde también hay inconvenientes añade: “Como ha habido un incremento de costos muy alto de la construcción han otorgado muchos subsidio DS 49, pero han faltado proyectos de viviendas que esa gente con subsidio pueda comprar o adjudicarse. Antes se entregaban los subsidios cuando había un proyecto asociado, hoy se entregan a personas que quieren casa pero no necesariamente que tienen un proyecto asociado”, dice Arteaga.
Menos casas, más oficinas
Según un estudio de la consultora Astaburuaga & Grandon, la oferta habitacional de viviendas nuevas para los sectores no afectados por el terremoto del 27F se contrajo en los últimos años. Pero, esa disminución ha sido “contrarrestada desde un punto de vista constructivo e inmobiliario”, por el gran aumento en la edificación “no habitacional”, especialmente en los ítems de oficinas, locales comerciales y hoteles.
Ese rubro alcanzó en la región Metropolitana en 2012 un máximo histórico de 3,5 millones de metros cuadrados construidos, lo que constituye un 53,6% del total de edificación de obra nueva en la capital (sin considerar ampliaciones de inmuebles existentes).
Según el mismo documento, la edificación de viviendas, que era el sector mayoritario hace tan sólo 7 años -con el 67% de los metros cuadrados construidos de obra nueva en la región- “ha sido superado claramente por el sector ‘no habitacional’ en los últimos tres años”.
También problemas para la clase media
El subsidio orientado a la clase media y grupos emergentes ha tenido una alta demanda y varios llamados, pero los representantes de las organizaciones sociales advierten que un bajo porcentaje se ha concretado.
“Solamente un 25% se ha cobrado a la fecha. El desarrollo del DS 1 ha ido más lento de lo que todos esperábamos. Por eso recientemente se prorrogaron los subsidios por 18 meses más”, indica el representante de Fundación Invica.
El plazo original eran 21 meses; “con un año y medio más se espera que la gente tenga más tiempo de buscar o de ahorrar, porque a muchos no les alcanza la plata. La prórroga da más tiempo para que los proyectos se desarrollen, para que la gente espere que su casa se construya o busque una vivienda usada, porque el DS 1 sirve tanto para viviendas nuevas como usadas”.
Quienes optan al DS 1 requieren ahorro y un crédito hipotecario. “Y muchos de los que tienen el subsidio no son sujetos de crédito, porque las viviendas han subido mucho, ya que los costos de la construcción se dispararon los últimos dos años”, finaliza Arteaga.
Minvu: “Números similares y con casas de mejor calidad”
“Las cifras de construcción de viviendas con subsidios son públicas. A mí me parece muy extraño que digan esto. Probablemente se referían en el contexto a una comuna particular o a una región específica”. De esta forma, el subsecretario de Vivienda, Francisco Irarrázaval , respondió a la preocupación de organizaciones sobre una escasez de viviendas sociales.
“En materia de viviendas vulnerables, el gobierno anterior y éste tienen ambos entregadas del orden de 220.000. La diferencia radica en que el valor de las viviendas pasó de UF 70 millones en el período anterior (2006-2009) a UF 112 millones porque las viviendas pequeñas y antiguas ubicadas en blocks no se pueden seguir construyendo. Son viviendas similares en número pero son casi 60% más caras porque son más grandes y mejores”, explica Irarrázaval.
Agregó el subsecretario que los subsidios entregados entre 2010 y 2013 son 7% más que el período 2006-2009 (762.000 contra 714.000). Asimismo, y en el caso de los grupos más vulnerables, también se aumentó el monto de esos subsidios pasando de UF 429 a UF 570. “En cuanto a los subsidios pagados (casas entregadas) la administración anterior fueron 491.000 casas y en esta 652.000 casas”, agregó. Eso sí, esa última cifra incluye viviendas sociales, de clase media y subsidio de reparación.