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martes, 6 de noviembre de 2012

Constructora Santa Beatriz recurre a la justicia contra ampliación de zona típica de Isla Negra

 

  • La empresa Santa Beatriz argumenta que someter su proyecto inmobiliario a la aprobación del Consejo de Monumentos Nacionales (dado que es zona típica) atenta contra el derecho de propiedad.
Fuente: El Mercurio
Un grupo de vecinos de Isla Negra logró que la Seremi de Vivienda congelara los permisos de edificación del balneario y paralelamente pidieron la ampliación de la zona típica.
Santiago, Chile. 5 noviembre, 2012. Hasta los tribunales de justicia llegó la pelea por la construcción de más de 300 departamentos en Isla Negra y que enfrenta desde hace más de un año a un grupo de vecinos del balneario y a la constructora Santa Beatriz.
Esta compañía es dueña de un terreno de casi 4,5 hectáreas de bosques de pinos, llamado Villa Rebeca que queda a cuatro cuadras de la casa de Pablo Neruda, hoy convertida en museo.
En este lugar tienen contemplado su proyecto inmobiliario Bosques de Isla Negra de 324 departamentos. Pero cuando a mediados del año pasado presentaron la primera etapa de 114 departamentos, la Dirección de Obras de la Municipalidad de El Quisco no les dio los permisos porque una parte del terreno caía dentro de la zona típica de Isla Negra decretada en 1997, y debían contar con la autorización del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN).
La constructora no pasó por el CMN, y en vez de hacerlo, cambió la subdivisión del terreno para que la primera etapa quedara fuera de la zona típica, y en ese entonces abarcaba el 50% de sus terrenos.
Pero el proyecto no se pudo presentar. Un grupo de vecinos de Isla Negra logró que la Seremi de Vivienda congelara los permisos de edificación del balneario y paralelamente pidieron la ampliación de la zona típica.
El CMN la amplió y el terreno de Santa Beatriz quedó íntegramente dentro de sus límites.
La constructora Santa Beatriz recurrió a los tribunales, y presentó un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Santiago y un requerimiento al Tribunal Constitucional (TC).
En el documento del requerimiento presentado al TC, Santa Beatriz señala que la aplicación de los artículos 29 y 30 de la Ley de Monumentos Nacionales, que son los que regulan la declaración de zonas típicas, son inconstitucionales porque limitan el ejercicio del derecho de propiedad porque amarra su uso y goce a la decisión de un tercero.
Santa Beatriz explicó que “en el ejercicio de los derechos constitucionales a desarrollar la actividad económica y del derecho de propiedad, ha ejercido ante los tribunales correspondientes las acciones judiciales que amparen y reconozcan sus derechos para ejecutar el proyecto Bosques de Isla Negra”. Y el gerente legal de la constructora, Jorge Pérez, declinó hacer más comentarios hasta el fallo.
El secretario Ejecutivo del CMN, Emilio de la Cerda dijo que “la declaratoria de ampliación de la zona típica de un sector de Isla Negra, que motivó los reclamos planteados por la Constructora y que serán resueltos por los tribunales de justicia, cumplió con las exigencias legales vigentes en la materia. Lo que esperamos sea confirmado por los tribunales”.
Vecinos organizados
¿Cómo se gestó esta polémica? “A principios de este año nos juntamos con la constructora Santa Beatriz y nos dimos cuenta de que ellos no querían cambiar su proyecto por uno que respetara el medio ambiente, los bosques y los valores de la zona típica. Entonces hicimos una presentación al CMN, pidiendo la ampliación de la zona típica para proteger este sector y otros de la Isla Negra”, cuenta la presidenta de la junta de vecinos número 2, Mónica Mosella.
El 4 de octubre pasado cuando se terminó el congelamiento de los permisos de edificación, Santa Beatriz ingresó un nuevo anteproyecto a la dirección de obras de El Quisco con los mismos edificios que el proyecto original.
Éste fue rechazado con observaciones urbanísticas y una nota de advertencia. “Les dije que el sector está declarado zona típica por Monumentos Nacionales y que lo deben tener presente para el proyecto definitivo”, dice el director de obras de El Quisco, Antonio Paredes.
Según señala la constructora en el requerimiento presentado al TC, el proyecto inmobiliario para el que compraron el terreno quedará sujeto a “la mera voluntad del CMN, quien no tiene regla alguna por la cual regirse, pudiendo incluso (…), negar la autorización a cualquier proyecto de construcción”.
Emilio de la Cerda rebate este argumento: “La ley establece un claro criterio o estándar técnico que el Consejo de Monumentos Nacionales debe observar para otorgar las autorizaciones de obra en la zona típica, esto es que la obra guarde relación con el estilo arquitectónico general de dicha zona, de acuerdo a los proyectos presentados. De este modo (…) no es libre para denegar una autorización por cualquier razón o sin fundamento”.
Caroline Iribarne, arquitecta y vecina de Isla Negra agrega que “basta que Santa Beatriz lea el instructivo que establece la volumetría, materialidad, altura y estilo arquitectónico que debe respetar el proyecto”. Éste establece que las alturas de las edificaciones deben respetar el patrón existente, que es de dos pisos y las fachadas del entorno, la mayoría de piedra y madera.
Fin de las zonas típicas
La defensa del Consejo de Monumentos Nacionales está en manos del Consejo de Defensa del Estado y los vecinos de Isla Negra la siguen de cerca.
“Si es que el Tribunal Constitucional aceptara que la Ley de Monumentos Nacionales es expropiatoria, como dice Santa Beatriz, esto sería el fin de las 110 zonas típicas que hay en Chile, porque todas serían ilegales, y el Patrimonio Histórico y Cultural de Chile sería entregado a las inmobiliarias”, advierte Mónica Mosella.