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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Efectos de la baja cesantía: escasea la mano de obra y aumentan costos en nuevos proyectos


  • El bajo desempleo -de 6,5%- y el auge minero han provocado un alza de costos en la construcción, por sueldos hasta 20% más altos.
Fuente: El Mercurio
8% es el índice de desempleo en el rubro de la construcción, según la CChC. Es el más bajo en la historia.
Santiago, Chile. 20 noviembre, 2012. Es la externalidad positiva de las auspiciosas cifras del desempleo, que según el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), alcanza al 6,5%.
La alta ocupación y el auge de la industria minera, derivados de ese panorama, han hecho que otros rubros de la economía paguen caro los indicadores que rozan el pleno empleo.
Así, por ejemplo, en el sector construcción, los sueldos han subido un 20%, de acuerdo con cifras que maneja la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
Según un informe de la gremial, mientras en 2011 un obrero ganaba hasta $ 480.562, hoy sus remuneraciones promedian los $ 522.537.
El gerente de estudios de la CChC, Javier Hurtado, manifiesta que “existe una presión importante de mano de obra por la industria minera, que contrata trabajadores en todo Chile; incluso, con buses que viajan desde Antofagasta a Concepción con ese propósito. Esto sucede porque los proyectos de la minería captan obreros que, por su labor, saben manejar maquinaria”, explica.
Esta situación ha generado escasez de obreros, lo que a su vez ha provocado un aumento en los sueldos. De hecho, el índice de desempleo en la construcción llega al 8%, “el nivel histórico más bajo en el sector”, agrega Hurtado.
Estas alzas también se observan en el Plan de Reconstrucción. Según el jefe del programa del Ministerio de Vivienda, Pablo Ivelic, algunas de las cerca de 1.000 constructoras que participan en el proceso han planteado que el alza en el costo de mano de obra ha reducido sus ganancias. “Sin embargo, eso no implica encarecer el plan, porque es un tema que deben resolver ellas”.
¿Cómo enfrenta este escenario la industria? “Hemos realizado varias ferias para buscar trabajadores y hemos capacitado a los que tenemos para generar un perfil más especializado en la construcción”, indica el gerente de estudios de la CChC.
Impacto en hospitales
Peter Ihl, jefe de la división inversiones del Ministerio de Salud, afirma que las constructoras en Santiago tienen capacidad suficiente para resolver sin problemas el déficit de mano de obra, pero el impacto es mayor en zonas mineras como Copiapó, Iquique y Antofagasta. “Ahí, el costo de construcción sube fuertemente (por la escasez de trabajadores). Lo mismo ocurre en las zonas muy aisladas, porque la mano de obra hay que importarla desde otras ciudades”, explica.
Respecto del impacto sobre la infraestructura hospitalaria, afirma que no es tal en las obras que ya se construyen, porque “lo que tenemos licitado impacta en las constructoras, que tienen que asumir los mayores costos. Y también buscan formas de hacer lo mismo con menos trabajadores. En definitiva, son ellas las que tienen el problema”. Eso sí, advierte que es un problema en las licitaciones actuales, “porque obras que creemos que van a costar cinco, terminan costando siete”, afirma.
Hasta cuatro meses de atraso en las obras
La escasez de mano de obra calificada en la capital también la han notado los municipios. Las construcciones, obras viales y reparaciones han sufrido retrasos de hasta cuatro meses.
El alcalde de Lo Barnechea, Felipe Guevara, contó que “las constructoras nos dicen que falta gente, especialmente carpinteros y enfierradores. Eso hace que sea cada vez más común ver mujeres en las obras”. En su caso, el ensanche vial de avenida La Dehesa ha sido víctima del problema.
En el caso de Santiago, fue la reparación de los colegios tras el terremoto de 2010. “Pasó en el INBA, en el Aplicación y en otros, donde se atrasaron las obras hasta cuatro meses”, explicó el renunciado alcalde Pablo Zalaquett. El ex edil afirmó que las constructoras aseguraron “que los trabajadores se iban al norte, a las mineras”.
Para los municipios los atrasos llevan a otro problema. “Como las licitaciones tienen plazos establecidos, cuando hay retrasos uno debe aplicar multas. Si las constructoras se empiezan a llenar de multas, dejan de tener ganancia en los trabajos y eso incentiva a que dejen las obras abandonadas. Eso es lo más preocupante”, dice Guevara.