El primer himno nacional
El himno se acostumbraba a cantar durante todas las funciones del teatro. En un principio, todo el mundo se ponía de pie. Sin embargo, la costumbre de cantarla cada noche fue desapareciendo hasta que fue interpretada sólo en el aniversario de la patria.
Nueva versión
El músico español compuso así esta obra en 1827 e hizo su debut el 23 de diciembre de 1828 en un concierto de la Sociedad Filarmónica efectuado en el teatro de Arteaga.
Años después, el Gobierno de Chile encargó al joven poeta Eusebio Lillo un nuevo texto que reemplazara el poema anti español de de Vera y Pintado, pero que mantuvo la estrofa del coro original “Dulce patria, recibe los votos“.
Tanto el himno de Carnicer como el texto de Lillo debieron vencer una fuerte resistencia popular antes de imponerse sobre sus antecesores.