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jueves, 30 de agosto de 2012

Negociaciones con inmobiliarias: Factores clave para vender bien

 

  • ¿Qué me puedo comprar con lo que me están ofreciendo? Esa es una de las preguntas más frecuentes que se hacen quienes reciben una oferta de una inmobiliaria. Para decidir, se deben considerar varios factores. Y ser realistas.
Fuente: El Mercurio

Santiago, Chile. 29 agosto, 2012. Son muchas las preguntas que una persona se hace cuando vende una casa a una inmobiliaria. ¿Es un buen momento para hacerlo? ¿Es correcto el precio?
Y hay otra interrogante que también quita el sueño: ¿Qué me puedo comprar con lo que me están ofreciendo?
“En una transacción, lo importante es que todas las partes tomen una buena decisión”, afirma Juan Antonio Manríquez R., gerente general de De Gales Gestión Inmobiliaria, empresa que se especializa en ventas de paños inmobiliarios.
Por ello, dice, “cuando se vende una propiedad, también hay que relacionar esa transacción con el valor de los productos alternativos. Porque uno siempre tiene la expectativa acerca de qué podría adquirirse con el dinero obtenido, pues hay una necesidad de vivienda o financiera que resolver”.
Pero indica que en esta comparación hay que ser realistas y considerar varios aspectos.
“En los barrios con un gran auge de construcción de edificios, lo que vas a encontrar es un departamento -cómodo por cierto-, pues posiblemente ya no quedan casas en una ubicación similar. En ese sentido, no siempre es conveniente pensar que vas a encontrar una propiedad igual a la que tenías. Lo importante es que sea algo equivalente, pues es complejo pensar en comprar algo igual, debido a que, entre otras cosas, lo más probable es que la competencia en esa adquisición sea una inmobiliaria dispuesta a pagar mucho más que un particular, que la quiere para vivir”, señala.
“Es más realista entonces pensar en la posibilidad de comprar una casa algo equivalente, que quizás no tenga el mismo terreno; un departamento en el sector donde se tiene la propiedad en cuestión o, según sea el interés, en una comuna más alejada, pero que permita mayores espacios”.
Actitud realista
Indica Juan Antonio Manríquez que otro punto a tener presente es que a veces las personas se hacen expectativas muy altas respecto del precio en el cual puede vender su propiedad.
“Para no hacerse falsas ilusiones es fundamental no fijarse solamente en los precios promedio del valor del suelo en la comuna. A veces los valores cambian en pocas cuadras e incluso entre viviendas vecinas, por lo que hay que asesorarse muy bien. Factores como el plan regulador o las características propias del terreno, entre otros, marcan diferencias”.
Influye mucho, dice, el tamaño del terreno. “La persona que tiene un sitio grande debe tener claro que posiblemente no va vender al mismo precio UF/m2 que quien tiene un terreno más pequeño, sino a un valor más bajo”.
Al momento de vender, opina también que hay que hacer un análisis de los precios de viviendas nuevas y usadas en el mercado, para tener claro si el valor ofrecido permitirá satisfacer las futuras necesidades de vivienda. En ese sentido, aclara, hay que considerar que se ha producido un alza en los precios, tanto en viviendas nuevas como usadas.
También es fundamental tener en cuenta el momento del ciclo vital en el que encuentra la familia. “Tiene que existir un punto de madurez para vender, en el cual la persona se siente preparada para mudarse”, afirma el experto.
El momento del ciclo vital, señala Juan Antonio Manríquez, también es clave para determinar qué tipo de vivienda se necesitará en reemplazo. “Pero no por requerirse una nueva vivienda de menor valor tamaño o precio se debe castigar el precio de venta. Se debe solicitar lo justo”.
Agrega que se debe entonces encontrar un equilibrio entre lo emocional y la realidad del mercado. “Pero hay que tener claro un aspecto: una cosa es cuánto creo yo que vale la casa -que siempre para uno tiene atributos únicos e irrepetibles- y lo que realmente vale según lo que se puede construir en ella”.
Añade que la experiencia dice que, por lo general, una vivienda en la cual sea posible desarrollar a futuro un proyecto inmobiliario, debería tener, aproximadamente, un precio de 15% a 20% adicional que una propiedad de similares características y ubicación que no permita un desarrollo de este tipo”.
Suben valores
Señala Juan Antonio Manríquez que la disminución en la oferta de casas nuevas, la alta demanda y el aumento en los costos de producción han llevado también al alza a las viviendas usadas. “Toda la industria ha visto aumentar sus precios”, afirma, por lo que es conveniente tener información actualizada sobre las transacciones inmobiliarias.