- La inversión estimada llegaría a unos US$ 300 millones y ya están en la búsqueda de potenciales socios, entre ellos conversarían con FFV, del grupo Fernández León.
Fuente: Diario Financiero
Santiago, Chile. 3 septiembre, 2012. Uno de los terrenos más apetecidos de la capital, en la mira de las inmobiliarias desde hace años, podría dejar de ser un sitio baldío. Inmobiliaria Club de Campo –cuyo mayor accionista es Leonidas Vial, de LarrainVial- alista un mega proyecto inmobiliario que demandará inversiones por unos US$ 300 millones, según estimaciones de mercado.
Hace unas semanas comenzó a circular un folleto llamado “Máster Plan Club de Campo”, el que contiene las principales características del proyecto. Con la asesoría de la firma de arquitectos Fuenzalida, Swinburn & Asociados, la inmobiliaria está socializando el proyecto con la idea de buscar potenciales socios.
Según el prospecto, el terreno de 37.500 metros cuadrados se dividirá en seis lotes, tres de ellos hacia Av. Las Condes y los otros tres hacia el borde del río Mapocho. Entre ambos, habrá calles y parques, los que se replicarán entre las torres.
Según cuentan cercanos al proyecto, la inmobiliaria y la oficina de arquitectura ya están negociando la entrada de potenciales socios, ante la alta demanda de capital que requerirá el desarrollo. Así, la idea de Vial y los otros accionistas de la inmobiliaria es que ingresen dos o tres socios –fondos, compañías de seguros o empresas inmobiliarias- para dar vida a Club de Campo.
Quienes conocen del proyecto revelan que una de las firmas con las que estarían sosteniendo conversaciones sería la inmobiliaria FFV, ligada al grupo Fernández León.
Detalles del proyecto
En total, serán 18 edificios los que planea levantar la inmobiliaria, ocho de ellos con destino de oficinas –de 18 pisos cada uno- y los diez restantes para departamentos de lujo, de 15 pisos cada uno, más cuatro subterráneos por torre. Los inmuebles comerciales quedarán mirando hacia Av. Las Condes, mientras que las viviendas lo harán hacia el río.
En total, serán poco más de 330.000 metros cuadrados de superficie a edificar.
Asimismo, los lotes A1 y B1 tendrán unos 130.000 m2, de ellos para la venta serán 25.000 para oficinas y 45.000 m2 para departamentos; los lotes A2 y B2, tendrán unos 100.000 m2 construidos, de ellos para la venta serán 18.000 m2 de oficinas y 32.000 de departamentos; y los lotes A3 y B3, con otros 106.000 m2 construidos, de los cuales, para la venta serán unos 20.000 m2 de oficinas y 32.000 m2 para viviendas.
A todo esto se suman poco más de 5.500 estacionamientos.
Inversión
De esta forma, y en base a los cálculos de mercado, por la superficie bruta construida, los socios deberán invertir unos US$ 240 millones, cifra que se suma a los US$ 60 millones en que estaría valorizado el terreno.
Así, Club de Campo marcha en su afán de concretar sus desarrollos inmobiliarios, a pesar de la medida precautoria que hay sobre una porción de los terrenos, por una pugna con una rama de la familia Del Río.
El gerente general de Club de Campo, Manuel Vial –hijo de León Vial- declinó referirse al tema.
Arbitraje entre Del Río e inmobiliaria estaría listo a comienzos de 2013
Ocho meses llevan enfrascados en un juicio arbitral la inmobiliaria Club de Campo y la sociedad Rentas Comerciales (RC), ligada a los hermanos Juan Pablo, Felipe y Carolina Del Río. La pugna es por la fallida compra de un terreno de 10.000 metros cuadrados que RC adquirió hace un tiempo a la inmobiliaria.
Según fuentes del proceso, el arbitraje ha seguido su curso, con rondas de conciliación de por medio, las que no dieron buen fruto, por lo que ahora el árbitro Jorge Barros deberá dictar sentencia, la que se esperaba para fines de este año, aunque hay altas posibilidades de que se traslade para los primeros meses de 2013.
La disputa comenzó en junio de 2010, cuando RC firmó el contrato de compraventa del terreno, el que estaba sujeto a varias “condiciones suspensivas” para su concreción, como se desprende de la información que envío la inmobiliaria a la SVS a comienzos de este año.
Entre estas condiciones, estaba que se aprobaran las subdivisiones y ventas de lote y la aprobación de los proyectos por parte de la Dirección de Obras de la Municipalidad de Vitacura. Todo ello se habría cumplido en diciembre de 2011. Según el contrato, desde ese punto, había diez días hábiles para que se concretara la venta, aunque el plazo máximo era hasta abril de este año.
Club de Campo hizo exigible el plazo de diez días hábiles posterior a obtenidos todos los permisos; sin embargo, como acusa en el escrito enviado a la SVS, Rentas Comerciales no llegó a la notaría para la firma del contrato.
Los Del Río, a su vez, responden que faltaban documentos por entregar y por tal razón, el plazo no corría y se seguían rigiendo por el límite de abril de este año. Ante eso, pidieron una medida prejudicial precautoria ante el 18 Juzgado Civil de Santiago, el que decretó la prohibición de celebrar actos y contratos respecto del mencionado terreno.