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miércoles, 16 de enero de 2013

Tecnología: Protección sísmica gana terreno en proyectos de la zona norte

 

  • Las principales ciudades del norte de Chile se han sumado al desarrollo de proyectos inmobiliarios y de infraestructura en base a sistemas de protección sísmica, lo que ha impulsado paulatinamente la reducción de los costos de este tipo de tecnologías, afirman expertos.
Fuente: El Mercurio
Este estanque de GNL Mejillones tiene aisladores en la base.
Este estanque de GNL Mejillones tiene aisladores en la base.
Santiago, Chile. 15 enero, 2013. Luego del terremoto de febrero de 2010, numerosos mandantes han optado por aplicar en sus proyectos, tanto habitacionales, de oficinas como de infraestructura, sistemas de protección sísmica (SPS) para asegurar la vida de sus ocupantes y contenidos.
De esta manera, inmobiliarias como Empresas Armas, Aconcagua y Las Quilas, entre otras empresas, han confiado en los beneficios de los sistemas de protección sísmica, comenta Ignacio Vial, gerente general de SIRVE S.A., empresa de ingeniería nacional que diseña soluciones de protección sísmica y que a la fecha cuenta con más de 50 proyectos protegidos sísmicamente a lo largo de todo el país.
Indica que el caso del norte es un ejemplo a considerar. En particular ciudades como Copiapó y Antofagasta, que comenzaron a sumarse a la tendencia de la construcción en altura e infraestructura vital, como el caso de hospitales y obras industriales (Hospital de Antofagasta y Estanque GNL Mejillones, respectivamente), en base a proyectos con sistemas de protección sísmica como valor agregado.
“Con anterioridad al 27/F contábamos con 13 proyectos con protección sísmica. Éstos mostraron un excelente comportamiento en el terremoto pasado, lo que hizo aumentar considerablemente la demanda por estas tecnologías, reduciendo, en algunos casos, los costos de éstas”, afirma el ejecutivo.
Aislamiento sísmico
Afirman los expertos que en los últimos años se ha observado el auge en la construcción de edificios altos (de más de 15 pisos). Sin embargo, indican, además de la altura, hoy la tendencia es diseñarlos cada día más esbeltos.
“En Santiago y en regiones la tendencia apunta a construir edificios cada día más altos y esbeltos, tanto habitacionales como de oficinas”, señala Henry Sady, jefe del Área de Aislamiento Sísmico y Disipación de Energía de SIRVE S.A.
Y añade que en el caso de las ciudades del norte, donde se ha experimentado un aumento en este tipo de construcción, “es importante poder incorporar el aislamiento sísmico en proyectos habitacionales y de oficinas, de modo de conseguir que los beneficios lleguen a un mayor número de usuarios”.
Afirma Ignacio Vial que dentro de las distintas tecnologías existentes, el aislamiento sísmico es la más importante, ya que se consigue el mejor desempeño de la estructura ante un sismo severo, logrando seguridad estructural (estructura sin daño); protección del contenido (elementos no estructurales, equipos, entre otros); continuidad operacional, y mayor “confort” de los ocupantes. “De esta manera, el usuario final experimenta el movimiento de un sismo reducido entre 80 y 90%”, asegura.
Acota Henry Sady que pese a que existen otras tecnologías de protección sísmica que se pueden aplicar en edificios altos, como disipadores de energía y amortiguadores de masa sintonizada (AMS), el aislamiento sísmico es el que produce por lejos el mejor nivel de desempeño.
“De acuerdo con esto, es la tecnología recomendable de aplicar siempre que exista factibilidad técnica de hacerlo”, comenta Ignacio Vial.
bondades aislamiento sismico
Bajan costos
Comenta Henry Sady que para la edificación en altura, el diseño del sistema debe conseguir reducir la demanda sísmica sobre la estructura, lo cual se logra, entre otras cosas, controlando el período de oscilación de la misma, el amortiguamiento del sistema y haciendo algunos cambios en la estructuración del edificio. “Manejar todas estas variables dentro de las restricciones propias de un proyecto no es tarea sencilla, pero cuando se consigue, se obtiene un producto con ahorros importantes en obra gruesa y con un estándar de seguridad sísmica muy por sobre el de una estructura convencional”, indica.
Para el cliente final, señalan los expertos, uno de los atractivos de aplicar el aislamiento sísmico en cierto tipo de estructuras dice relación con la paulatina reducción en el precio de dichos dispositivos.
A pesar de que el costo de la aplicación de estas tecnologías es variable, y dependerá del tipo de proyecto, señala Ignacio Vial que “los precios han ido bajando a valores por debajo de 0,5 UF/m²”. Agrega el ejecutivo que “no puede costar lo mismo un departamento que frente a un sismo tenga deformaciones o aceleraciones (fuerzas) 8 a 10 veces menores que uno convencional; es como si un auto con Airbag y frenos ABS costara lo mismo que uno tradicional”.
En el caso de las edificaciones altas (de más de 15 pisos), al incorporar la aplicación de la tecnología, “se obtiene un producto que es inmensamente superior desde el punto de vista del comportamiento sísmico comparado con un edificio convencional y a un costo muy bajo. Así, el aislamiento sísmico es muy eficiente, ya que el costo directo del sistema (aisladores, anclajes, etc.) no crece proporcionalmente con la superficie del edificio, lográndose prorratear el costo en una mayor cantidad de metros cuadrados construidos”, sostiene Henry Sady. Es decir, “el costo por unidad de venta (departamento) es mucho más bajo que en un edificio de pocos pisos”, señala el ejecutivo de Sirve S.A.
Otro incentivo dice relación con los seguros. Hay avances en este tema, ya que “las aseguradoras están empezando a evaluar estas tecnologías. Es así como en un futuro muy próximo se podría eventualmente acceder a tarifas diferenciadas dependiendo de si un edificio tiene algún sistema de protección sísmica o no. De este modo, una menor prima de seguro redundaría en un menor valor final del dividendo que se paga al comprar una propiedad. Esto es algo que se está evaluando para seguir el ejemplo de otros países, como Japón, y así traspasarle (al menos en parte) ese beneficio al cliente”, finaliza Henry Sady.
Minería y sector industrial
En la zona norte, la minería y el sector industrial podrían verse perjudicados en la continuidad de sus operaciones, ocasionando pérdidas tanto en infraestructura como en detención de los procesos, ante un futuro terremoto en esa zona del país. La buena noticia es que ya hay iniciativas para contrarrestar un eventual sismo severo, como es el caso de la segunda fase del Terminal GNL Mejillones, que considera un estanque de almacenamiento de gas natural en estado líquido (GNL), cuya capacidad será de 175.000 m³. Dada la complejidad y envergadura del estanque, el proyecto de protección sísmica, diseñado por SIRVE, fue muy especializado. El sistema contempla el uso de 208 aisladores con núcleo de plomo, correspondientes a los dispositivos que se ubican bajo el muro de hormigón del estanque exterior (en la foto) y 293 aisladores sin núcleo de plomo en el interior de la planta del tanque, totalizando así 501 aisladores elastoméricos.