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martes, 19 de marzo de 2013

Moller & Pérez-Cotapos prevé invertir US$ 500 millones para desarrollar nuevos proyectos en los próximos 5 años

 

  • La empresa debutará en bolsa el próximo 26 de marzo. El presidente de la compañía, Ramón Yávar, asegura que con esos recursos potenciarán el área de viviendas económicas y también el levantamiento inmobiliario fuera de Santiago.
Fuente: El Mercurio
El presidente de la compañía, Ramón Yávar, asegura que la recepción de los inversionistas ha sido positiva. Precisa que el foco está puesto en las small cap.
El presidente de la compañía, Ramón Yávar, asegura que la recepción de los inversionistas ha sido positiva. Precisa que el foco está puesto en las small cap.
Santiago, Chile. 18 marzo, 2013. Un agresivo plan de inversión prevé ejecutar la constructora Moller & Pérez-Cotapos durante los próximos cinco años. A días de debutar en la bolsa local, la compañía prepara una carpeta de proyectos que implicará destinar en torno a US$ 500 millones en los próximos cinco años.
El presidente de la compañía, Ramón Yávar, asegura que hoy la firma tiene 112 hectáreas a desarrollar. De ellas, 60 están en el sector oriente de Santiago. “Solo esas nos permiten construir alrededor de US$ 880 millones de venta en departamentos, casas, entre otros”, asegura el empresario.
“Eso se va a desarrollar en alrededor de 8 años”, puntualiza. De hecho, actualmente están iniciando los movimientos de tierra para comenzar la construcción de Parque San Damián en Vitacura, un terreno de 29.000 metros cuadrados donde levantarán siete torres. Solo ese proyecto les significará ventas potenciales por US$ 301 millones.
Las 40 hectáreas restantes que maneja la constructora -ligada a Yávar, Fernando Frías y un fondo de Citigroup Venture Capital- se destinarán a viviendas económicas. El grupo tiene siete proyectos a desarrollar en esa área. En total, todos esos emprendimientos se traducen en 1.493 viviendas y US$ 96 millones en ventas potenciales.
“Queremos llegar a estar dentro de los cinco primeros del mercado en viviendas económicas durante el próximo quinquenio”, explica Yávar. “En tres años debiéramos estar vendiendo alrededor de UF 1 millón anuales en ese tipo de viviendas”, agrega.
La compañía también es especialista en obras de ingeniería y construcción, donde apunta a seguir desarrollando hospitales y otros proyectos de infraestructura. “Nosotros tenemos ese mix, porque son contracíclicas, cuando el área inmobiliaria baja, el gasto en infraestructura sube”, señala.
Próxima apertura
El próximo 26 de marzo, Moller & Pérez-Cotapos se convertirá en la primera apertura bursátil del año. Ese día la compañía abrirá un porcentaje de la propiedad con miras a recaudar alrededor de US$ 110 millones. Ese total, explica Yávar, provendrá de la colocación de acciones del controlador de la compañía, Citigroup Venture Capital que ostenta el 90,7%, más un aumento de capital. Con este último mecanismo se recaudarían entre US$ 40 y US$ 50 millones, asegura. Si bien aún no se sabe qué porcentaje de la propiedad se abrirá, Yávar espera que ingresen accionistas retail a la compañía para darle liquidez a la acción.
“La pretensión nuestra es que haya un retail y en ese sentido LarrainVial (que está liderando el proceso) nos garantiza eso porque son los más grandes y tienen una red extensa”, precisa. Además, han tomado contacto con varios family office e inversionistas institucionales. El foco está orientado a inversionistas que destinan sus fondos de preferencia a empresas small cap .
Con los recursos, la constructora prevé financiar parte del plan de inversión de la compañía con foco en el área de viviendas sociales y en el desarrollo inmobiliario fuera de Santiago, considerando que hoy están muy centrados en la capital. “Vamos a ir a las grandes ciudades del país con estos mayores recursos”, asegura Yávar.
Los riesgos de la industria
Dos son los principales riesgos que podrían afectar el desarrollo del sector inmobiliario, según Ramón Yávar. El primero dice relación con los planes reguladores.
Según el empresario, en Santiago se está haciendo cada vez más difícil construir, justamente por los planes reguladores.
Agrega, además, que la comunidad organizada también podría afectar a la industria. “Las comunidades organizadas pueden afectar el desarrollo de un proyecto en particular, por lo que hay que ser súper cuidadoso, muy preocupado de la relación con los vecinos”, enfatiza.
“Hay que comportarse como buenos vecinos, pero el desarrollo hay que hacerlo”, agrega.
Con respecto a la mano de obra en el sector, Yávar enfatiza que más allá del costo, hay que buscar una forma para optimizar la productividad del rubro, la que se ha visto afectada por la migración de muchos de los trabajadores de la construcción a la minería, entre otros sectores. Con ello, las firmas de la construcción se han visto obligadas a invertir en capacitación y entrenamiento de mano de obra proveniente de otros segmentos de la economía, que en un comienzo exhiben un menor rendimiento o productividad.