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martes, 4 de junio de 2013

Servicios de ingeniería: Actividad marca su menor nivel en dos años


  • Así lo revelan las cifras de la Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería (AIC). La minería representa más del 50% del negocio de esta industria.
Fuente: Estrategia
Elías Arze Cyr es presidente de la Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería (AIC)
Elías Arze Cyr es presidente de la Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería (AIC).
Santiago, Chile. 3 junio, 2013. Elías Arze Cyr es presidente de la Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería (AIC), cuyos 80 socios representan cerca del 70% de la capacidad de ingeniería del país. Por lo mismo, dice, la actividad de esta industria constituye un fiel barómetro de “lo que va a pasar en términos de inversión en bienes de capital, lo que es importante porque es un componente fuerte del PIB”. En el caso particular del sector minero, asegura que este representa más del 50% del negocio de las empresas asociadas a la AIC, cifra que es aún superior si se incluye a las compañías que no pertenecen al gremio.
Sobre la situación actual que enfrenta la industria, conversamos con el también presidente de WorleyParsons Chile, una de las grandes empresas de ingeniería del país, de capitales chilenos y australianos, con alrededor de 550 empleados. “En el primer trimestre de este año, comparado con igual periodo de 2012, el índice de actividad de nuestra industria arroja una caída de 14,2%, similar a la registrada en el último cuarto del año pasado. De hecho, el índice de actividad de la ingeniería está en el nivel más bajo de los últimos dos años”, afirma Elías Arze.
Según dice, la menor actividad se debe principalmente a que hay menos diseños que se están realizando para proyectos productivos, lo que tiene mucho que ver con el frenazo a la inversión que se produce por causas internas –falta de energía, judicialización, alza de costos- y razones externas, entre ellas, la incertidumbre respecto de los precios de los metales. “Sabemos que en la III Región están casi todos los grandes proyectos mineros parados por el alto costo de la energía”, ejemplifica. Y muy ligado a ello, manifiesta su preocupación por “aquellas intervenciones” de los poderes Ejecutivo y Judicial, en que la institucionalidad se ve cuestionada, lo que finalmente se traduce en la paralización de proyectos. “Todo esto configura una situación de incertidumbre para el inversionista, quien no quiere arriesgarse a hacer fuertes inversiones en investigaciones de campo y estudios previos”, abunda.
¿Cuáles son los sectores más afectados?
Los que más han bajado son Industria, Energía, y Minería. Es decir, se está invirtiendo poco en la capacidad productiva del país. De una forma u otra, la economía nacional lo va a notar en los próximos 6 a 18 meses.
Innovar, la clave 
¿Cuáles son sus expectativas en relación a la demanda por servicios de ingeniería?
Los inversionistas mineros tienen miradas de largo plazo para sus decisiones de inversión y, en ese sentido, estas fluctuaciones no importan mucho, sin perjuicio de que en el corto plazo las variaciones de precio puedan afectar fuertemente la caja de las empresas. Nosotros estamos ahora enfrentando un problema puntual, pero las expectativas a futuro son buenas.
¿Aun con los costos de la minería en espiral ascendente?
Es que las mineras van a tener que controlar sus costos y, de hecho, ya lo están haciendo. Hoy día, por ejemplo, la industria está preocupada del costo de la energía y de cómo se va a abastecer de ella a futuro. Las mineras han tomado iniciativas tendientes a resolver los problemas de abastecimiento eléctrico, ya sea a través de las ERNC o a través de licitar paquetes de energía a sectores interesados en hacer inversiones por su cuenta. Lo mismo con respecto al agua: hay muchas iniciativas que ya se han tomado en el pasado y que han ayudado a reducir los consumos de agua, que es el recurso más escaso en el norte. Sin embargo, creo que algo muy importante que está pendiente para que la industria minera sea más competitiva es la innovación. O sea, buscar mejores formas de hacer las cosas para asegurar su sustentabilidad en el futuro.
¿No se está innovando?
Con expectativas de precios altos, hemos visto que la presión por sacar rápido los proyectos, muchas veces repitiendo los mismo de hace 20 años, ha hecho que varias de las iniciativas que se han ejecutado en los últimos años sean muy conservadoras en cuanto a las tecnologías; en definitiva, la industria se abrió poco a la innovación.
¿Cuál es el rol que le cabe a las empresas de ingeniería en este desafío?
La ingeniería es tal vez la profesión que está más ligada a la tecnología desde el punto de vista de usar el conocimiento científico en aplicaciones prácticas, entonces, a quienes les compete el rol de este proceso innovador es a los ingenieros, tanto de las mineras como de las empresas de ingeniería. Y la instancia ideal para innovar es con los proyectos nuevos, o sea, cuando estos se conciben, es ahí donde debe existir terreno fértil para estudiar posibilidades de hacer mejor las cosas. La innovación nace cuando están las condiciones dadas para ello.
¿Y cuáles son esas condiciones?
El principal problema para lograr la mejor de las colaboraciones entre las empresas de ingeniería y las compañías contratantes está en los sistemas de contratación, los que muchas veces fijan intereses contrapuestos. Siendo bien pragmático, creo que la clave está en que los contratantes compartan costos con las empresas de ingeniería en las etapas iniciales, de modo de no desincentivar el empleo de horas/hombre necesarias para mejorar las soluciones, o sea, para innovar.