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viernes, 6 de septiembre de 2013

Principales bencineras rematadas por Luksic son para negocios inmobiliarios

 

  • Experta en libre competencia sostiene que la situación es contraproducente con la medida, que buscaba aumentar la oferta de estaciones de servicio.
Fuente: La Segunda
bencineras luksic negocios
Algunos terrenos de las bencineras serán utilizados para negocios inmobiliarios.
Santiago, Chile. 5 septiembre, 2013. Vender 61 estaciones de servicio para asegurar la competencia en el mercado de los combustibles. Ese fue el mandato que recibió Enex -el brazo energético del Grupo Luksic- por parte de la Corte Suprema para hacer efectiva la compra de Terpel.
Ayer fueron rematadas 59 estaciones de servicio -dos no fueron adjudicadas por no cumplirse con las bases de licitación- en las oficinas centrales de Macal, ubicadas en Santiago Centro.
En las más de dos horas que duró el remate, varias ofertas llamaron la atención por su alto valor. Una de ellas fue la compra de un servicentro en la comuna de La Reina (Av. Bilbao 3889) que fue vendido en $ 1.700 millones.
¿Qué bencinera funcionará en las instalaciones de Bilbao esquina Sánchez Fontecilla? Ninguna, respondió el adjudicatario que prefirió mantener su nombre en reserva. ”Esto lo comparamos como una inversión inmobiliaria, es una buena ubicación para algún proyecto”, sostuvo el ganador de la puja.
Caso similar ocurrió en la bencinera localizada en La Dehesa 3110, que fue rematada en $ 1.680 millones. Según comentó el comprador “estamos pensando en un proyecto inmobiliario con algunos socios”
“Existirá menos oferta a consumidores”
Si las bencineras mejor ubicadas en Santiago no serán utilizadas como servicentros, ¿Aumentará la competencia? Para la directora del Centro de Libre Competencia de la Universidad Católica, María Elina Cruz, “si bien se está cumpliendo con la orden no se alcanza el espíritu de la norma, la idea es que se generara más competencia”.
Opina que cuando las autoridades ordenan desinversión, “se deben considerar los aspectos económicos, es decir, si hay personas realmente interesadas en comprarlo para poder competir en el mercado”.
Cruz comenta que en el caso de los servicentros “el margen que está dejando la bencina hace ya muchos años es muy bajo. La mayoría de las utilidades sale de las tiendas de conveniencia. En ese escenario, es más difícil que gente quiera comprar las estaciones de servicios”.
“Si nadie los quiere comprar para ser usados como bencinera, lo que ocurre es que habrá menos estaciones de servicio que antes, lo que es perjudicial para la competencia en el sentido de que existe menos oferta, es una pérdida para el mercado de los combustibles”, dice. Añade que “en casos como este la orden puede terminar siendo contraproducente (…) puede existir menos oferta para los consumidores, mientras que el objetivo de la libre competencia es que exista más oferta y más barata”.