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viernes, 25 de octubre de 2013

¿Busca pagar menos por comprar una casa? Crece negocio de asesorías de “brokers hipotecarios”

 


  • Durante los últimos años la incipiente industria de asesores ha logrado posicionarse como una contraparte válida para la banca obteniendo descuentos en tasas, seguros y gastos operacionales para sus clientes.
Fuente: La Segunda
Los brokers hipotecarios, que actúan como intermediarios entre las personas que desean comprar una vivienda y las entidades que la financian.
Los brokers hipotecarios actúan como intermediarios entre las personas que desean comprar una vivienda y las entidades que la financian.
Santiago, Chile. 24 octubre, 2013. Comprarse una vivienda debe ser una de las decisiones más importantes y a veces estresantes que pueden tomar las personas durante la vida. Buscar el lugar adecuado, saber si es sujeto de crédito y los trámites financieros pueden transformar el “sueño de la casa propia” en un dolor de cabeza.
Para mitigar estas situaciones, desde hace un par de años se está desarrollando en Chile una incipiente industria de brokers hipotecarios, que actúan como intermediarios entre las personas que desean comprar una vivienda y las entidades que la financian.
El primero en “aterrizar” en este mercado fue Creditaria , empresa de capitales españoles que abrió sus oficinas en 2008 con el objetivo de intermediar créditos en el segmento ABC1.
El gerente general y socio en Chile de la entidad, Antonio Latorre cuenta que un crédito hipotecario “es un producto que por lo general se toma una vez en la vida y la gente no conoce todas las variables en la mano para comparar cuáles son las mejores ofertas”.
Indica que Creditaria negocia con la banca mejores condiciones de tasas de interés, seguros, plazos, condiciones de prepago, amortizaciones de capital y cláusulas de los mutuos hipotecarios, entre otros aspectos.
Según Latorre, al año intermedian unos UF 4 millones ($ 103.500 millones aproximadamente). Además, el brokers también entrega “datos” de paisajistas, decoradores de interiores y arquitectos, quienes ofrecen descuentos a los clientes de Creditaria.
Ahorros pueden llegar hasta el 3% del crédito
Otro de los actores que están en este mercado es Valor Presente , que se define como un “corredor de créditos”. El socio de la empresa, Rodrigo Cruz , indica que el servicio no tiene costos para los clientes pero al banco se le cobra “entre 0,5% y 0,8% del valor del crédito”.
Cuenta que a fines del año pasado se hicieron cargo de la puesta en marcha y la administración del nuevo Centro Hipotecario de Fuenzalida Propiedades, uno de los “grandes” en el mercado de corretaje de propiedades con ventas mensuales de más UF 400.000 ($ 9.200 millones aproximadamente).
Dice que los clientes que utilizan brokers logran “un ahorro total en torno al 2% o 3 % del valor de un crédito”.
En abril de 2011 arribó desde España el broker Agencia Negociadora , que a diferencia de los asesores antes mencionados se enfoca en un público más masivo. El gerente general de la entidad, Patricio Valenzuela comenta que intermedian préstamos hipotecarios que van desde UF 700 ($ 16 millones) a UF 10.000 ($ 230 millones). “Cobramos una comisión al banco por cada crédito. Esta depende del tipo de cliente, monto y plazo. Incluso, algunos bancos segmentan por comuna”, explica.
“Esto es bueno para los bancos que no tienen una red de sucursales tan amplia para salir a captar a la calle Y el hecho que le lleguen clientes casi a ‘costo cero’, es bueno para ellos. Por eso, deben ser competitivos, doblemente más ágiles y agresivos con nosotros, de lo contrario, pierden a estos clientes”, apunta.
MaxRenta: La alternativa al APV
En el mapa de nuevos actores se ubica MaxRenta, que a diferencia de los otros brokers, ofrece “asesorías habitacionales” que actúan como un vehículo de inversión a largo plazo, similar al de un APV.
Concretamente ofrece a personas que tengan capacidad crediticia invertir en proyectos inmobiliarios de entre UF 1.000 ($ 23 millones) y UF 1.500 ($ 34,5 millones) y MaxRenta negocia descuentos con una inmobiliaria, gestiona el crédito con la banca y luego se hace cargo de la búsqueda del arrendador del inmueble.
La idea es que el “crédito se pague solo” a través de los pagos que realizan los arrendatarios y que al término de los 25 años que dura el préstamo sirva como una fuente de ahorro para el cliente.
El socio de MaxRenta, Francisco Parot, indica que las rentabilidades reales de este negocio son de “UF + 10% hasta cercano a infinito para los casos donde el capital invertido es cero con financiamientos asociados del 100% y donde sólo se deben cubrir los gastos operacionales”.