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viernes, 11 de octubre de 2013

Certificación Edificio Sustentable: Avances permitirán contar con un modelo de operación en diciembre


  • El Instituto de la Construcción, junto con los mandantes e instituciones interesadas de la Certificación Edificio Sustentable, se encuentra trabajando en un sistema accesible e idóneo cuyos resultados estarán disponibles a inicios de 2014.
La Escuela Gabriela Mistral de Aysén fue uno de los proyectos que participaron en la etapa de calibración, medido en el proyecto INNOVA DA-MOP “Diseño de Edificios Públicos”.
La Escuela Gabriela Mistral de Aysén fue uno de los proyectos que participaron en la etapa de calibración, medido en el proyecto INNOVA DA-MOP “Diseño de Edificios Públicos”.
Santiago, Chile. 10 octubre, 2013. En etapa de revisión y calibración se encuentra en estos momentos la Certificación Edificio Sustentable, proyecto cofinanciado por InnovaChile de Corfo, que busca crear una certificación nacional de calidad ambiental y eficiencia energética de edificios de uso público, especialmente con destino en educación, salud, y oficinas, entre otros.
Este trabajo ha sido desarrollado en un proceso abierto al que han sido invitados diferentes expertos e instituciones del país, además de los mandantes -Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, Colegio de Arquitectos y Cámara Chilena de la Construcción- las instituciones interesadas -Ministerios de Salud, Educación, Desarrollo Social y de Vivienda y Urbanismo, Fundación Duoc UC, Colegio de Ingenieros, Agencia Chilena de Eficiencia Energética, Chile GBC, Cámara Chilena de Refrigeración y Climatización A.G. -CChR&C y su División Técnica de Aire Acondicionado -DITAR y Diseñadores de Iluminación Asociados A.G.-DIA-, y el colaborador técnico Idiem, de la Universidad de Chile.
Asimismo, la etapa de calibración se está llevando a cabo en alrededor de 50 proyectos, de distintas zonas de Chile, algunos ya construidos y en operación y otros en etapa de diseño.
Los resultados de la calibración han permitido realizar ajustes, sobre todo en ponderaciones, escalas de cumplimiento y algunos aspectos de evaluación, principalmente en aspectos de ventilación, confort térmico, demanda de energía y climatización.
Con los resultados de estas evaluaciones se realizará la propuesta final de borrador del método, que permitirá culminar, a principios de noviembre, la primera etapa de este trabajo. Sus resultados permitirán elaborar una propuesta del método de certificación y del modelo de operación.
A través de este trabajo se podrá generar e implementar un sistema de certificación accesible e idóneo: “accesible en términos de disponibilidad nacional, administración local y costos, e idóneo, ya que permitirá evaluar un alto porcentaje de edificios de uso público y ponderar y jerarquizar variables según sensibilidad e interés local”, explica el arquitecto José Tomás Videla, jefe del proyecto.
Destacan en esta primera etapa la consolidación de una estructura de categorías y variables del método de certificación, hasta quedar en 18 variables y 37 indicadores, 12 de ellos de obligado cumplimiento, agrupados en 2 categorías principales: Diseño Arquitectónico Pasivo y Diseño de Sistemas Activos, los cuales abordan 3 temáticas principales: Calidad del Ambiente Interior, Energía y Agua. “Con esta división se busca abordar de forma clara los ámbitos de los que depende principalmente el diseño, y cómo éstos influyen en el comportamiento ambiental de los edificios”, precisa el arquitecto.
Otro ámbito relevante es que se han considerado aspectos complementarios que ayudarán a asegurar que el comportamiento ambiental durante la operación responda al buen diseño que se ha certificado. “Estos aspectos aluden a las etapas de encargo del anteproyecto, con las condiciones de diseño integrado para la correcta toma de decisiones; también la etapa de obra, para la verificación de la correcta ejecución de los aspectos de diseño evaluados y, por último, la gestión de la operación, que busca generar un compromiso y seguimiento de la gestión y mantenimiento del edificio”, añade el profesional.
De esos tres, destaca el de gestión de la operación, el cual se basará en compromisos de gestión por parte del mandante y administrador del edificio que aseguren una buena operación del mismo.
De esta manera, estos compromisos entregarán un sello distintivo en forma adicional al índice de calificación –llamado sello ‘plus’-, y como contraparte, permitirá hacer seguimiento de la operación de los edificios certificados en el tiempo. “Con esto no se busca auditar la operación de los edificios, sino apoyar al administrador y al mandante para que su edificio tenga un buen comportamiento ambiental, es decir, que ahorre energía, agua y tenga niveles adecuados de confort interior”, aclara Videla.
Con ello, se espera que a inicios de 2014 se comience a implementar este Sistema de Certificación de Calidad Ambiental y Eficiencia Energética.
Los beneficios
Gracias a este proyecto, “se podrá instaurar un sistema oficial de certificación de calidad ambiental y eficiencia energética en los edificios de uso público, a lo largo de todo el país. Esto se constituirá como un gran aporte para el mundo de la edificación pública”, sostiene James Fry, director nacional de Arquitectura del MOP.
En tanto, para Norman Goijberg, representante de la CChC, tener una certificación chilena permitirá “objetivar las condiciones para los requerimientos de los mandantes, para los diseños de arquitectura y especialidades, para los constructores”. Asimismo, ayudará a informar al público para que conozca, demande y compare mejores características de los edificios.
“Los beneficios estarán dados por establecer un sistema que permita la opción de evaluar los proyectos de uso público, generando así un ambiente propicio a concientizar a los usuarios, mandantes y ejecutores del proyecto, en la temática sustentable y de mejorar la calidad de las construcciones, incorporando eficiencia energética y cuidado en el impacto al medio ambiente”, considera Bárbara Aguirre, representante del Colegio de Arquitectos.
Asimismo, para Aguirre serán importantes como beneficio concreto los ahorros energéticos y la apertura de los mercados para nuevas alternativas que permitan llevar a cabo la certificación, junto con mejorar las competencias de los profesionales relacionados en el área.
Al incorporar la verificación en terreno y el seguimiento en el tiempo de la operación de los edificios, “creemos que entregamos al mercado un sistema no sólo idóneo y accesible, también confiable, ya que las brechas a nivel local que tienen que ver justamente con la ejecución y operación de edificios y no sólo su diseño”, analiza José Tomás Videla.
Junto con ello, el modelo de operación del sistema permitirá la creación de nuevas oportunidades a las entidades y profesionales del sector, al crearse un registro de certificadores y de asesores que pueden implementar este método de certificación.