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martes, 10 de julio de 2012

Marcelo Awad regresa a los negocios y liderará arribo a Chile de multinacional de energía solar

Hace un mes que asumió como presidente en Chile de la multinacional Millennium Energy Industries (MEI). La firma, de origen jordano, acaba de arribar al país para participar del creciente negocio de la energía solar aplicada a procesos industriales y mineros. Está en la búsqueda de un socio y quiere desde Chile expandirse por A. Latina.

Fuente: El Mercurio

Santiago, Chile. 9 julio, 2012. Fue el hombre fuerte de Antofagasta Minerals (AMSA) -el mayor grupo cuprero privado chileno- durante 16 años, siete de los cuales fue su presidente ejecutivo. Y antes estuvo 18 años en Codelco.
O sea, 34 de sus 59 años Marcelo Awad los ha dedicado a la industria minera del cobre. Un ciclo que terminó en abril de este año, cuando salió de AMSA, en medio de una amplia reestructuración de ese holding que, dicen fuentes, significó la salida de más de 40 ejecutivos tras la partida de Awad.
Jean Paul Luksic, presidente del grupo, apuntó además al incumplimiento de metas para explicar estos cambios.
Pero lejos de la polémica, Marcelo Awad dice que dio vuelta la página rápidamente. “Yo le dije: ‘Jean Paul, olvídate’. La relación personal sigue siendo excelente. Me siento tremendamente agradecido de los 16 años en la compañía y de los siete y medio trabajando con él… Una cosa es la parte comercial o el contrato y la otra la relación personal. Desarrollamos una potente amistad”, explica Awad, quien hoy está abocado a su nuevo negocio.
Desde el 1 de junio es el nuevo presidente en Chile de la multinacional de energía solar Millennium Energy Industries (MEI), que está desembarcando en el mercado chileno. Es una de las mayores en el rubro solar, pero a diferencia de otras firmas que han arribado, su foco no es la generación eléctrica (no se basa en paneles fotovoltaicos), sino que usa la energía solar en procesos industriales de la minería u otros rubros fabriles que hoy utilizan combustibles fósiles en sus calderas. Un ejemplo es la lixiviación de cobre.
Tras varias prospecciones, al menos tres visitas al país de su managing director mundial, el estadounidense-jordano Ennis Rimawi, y reuniones con autoridades del Ministerio de Minería, la firma llegó el 1 de mayo a Chile. Un mes después se oficializó el arribo de Awad, con un acuerdo que incluye una participación en la subsidiaria chilena, y stock options .
El nexo fue a través de Daniel Yarur, a quien Awad conocía desde la época en que el ex superintendente de Valores había sido director de AMSA, con quien tiene además una relación de amistad y amigos comunes. Yarur también conocía a Rimawi, a través del Banco de Palestina.
“Tuvimos una reunión y me planteó que querían instalarse en Chile, que tenían mucha experiencia en climas y geografías muy similares a las del norte de Chile, a través de operaciones en Medio Oriente, y que querían a Chile como plataforma para toda Latinoamérica”, revela Marcelo Awad sobre su nuevo rol.
Hoy están conformando el directorio de MEI Chile y quieren encontrar un socio local, aunque esta definición no impide que los proyectos en el país partan ya, pues la firma tiene las espaldas financieras para afrontar las inversiones con caja propia, explica su presidente.
“Daniel (Yarur) está en conversaciones para participar pasiva o activamente dentro de esta compañía solar”, agrega.
También arribó un gerente general, Giovanni Piraino, un profesional retirado de la Armada de Chile, ingeniero químico y ex director comercial de la francesa Dalkia.
Vocación minera
Millennium es una compañía creada hace una década cuyo mayor accionista es Catalyst Private Equity Fund, un fondo especializado en tecnologías relacionadas con energía y agua, y cuyos aportantes son inversores institucionales, incluidos un fondo de pensiones y un banco. Ennis Rimawi también es accionista individual.
A nivel mundial cuenta con más de treinta proyectos en diferentes países. Uno de los mayores es la planta solar ubicada en Riyadh, Arabia Saudita, vinculado a la Princess Nora University for Women (PNUW) de esa ciudad. Otros complejos en los que opera su tecnología son: una planta de aguas de Nestlé, también en Arabia Saudita, el Hotel Marriott del Mar Muerto, y Safeway Shopping Center Sultann Center, de Amman, explica Piraino.
En minería esta energía solar se usa en el proceso de “extracción por solventes”, vinculados a la lixiviación del cobre. Awad especifica que esta tecnología puede llegar a reemplazar en 60% a 70% los sistemas convencionales, basados en petróleo como fuente de energía para las calderas. El cambio significa una disminución de costos y menos emisiones de CO2.
En Chile MEI está participando en la licitación para proveer a Minera Gaby de Codelco, en conjunto con una filial del grupo GDF Suez. También comenzaron conversaciones con la industria minera para presentar el proyecto.
“Seis o siete están debidamente contactadas”, dice Awad.
¿AMSA está dentro de ellas?
“También”, afirma risueño. Y con la experiencia de conocer la firma al revés y al derecho, se explaya: “Antofagasta es la primera en Chile que va a tener un reemplazo de caldera; hace un año y medio que se ganó la licitación Abengoa, y debería entrar en operación ahora en octubre, así es que ahí no hay ninguna posibilidad. La que tiene posibilidad es la del nuevo proyecto que está en construcción, Antucoya, que para partir necesita la caldera, pero podría entrar a considerar la solución solar”, dice.
”Hay 15 mineras que podrían reemplazar sus calderas”
Si bien la llegada a Chile y a la industria minera se vincula con la experiencia de Millennium en zonas extremas desérticas -Medio Oriente, afrontando tormentas de arena y radiación extrema-, también quieren abarcar otros clientes industriales, como SQM o plantas de celulosa. El campo es amplio, ya que todo usuario de calderas en sus procesos productivos es un cliente potencial para MEI. También está en sus planes abordar otros países donde también hay lixiviación de cobre, como Perú, México, Brasil, Argentina y Ecuador.
“Pero el centro de operación para toda Latinoamérica va a estar acá (…) El potencial de crecer en Chile es enorme. Tenemos un desierto donde está la mejor radiación del mundo, y hay 15 compañías mineras potenciales que podrían reemplazar sus calderas para realizar la lixiviación por energía solar”, recalca Awad.
El modelo de negocios de MEI considera el diseño, construcción y operación de los proyectos -o sea, toda la inversión es de MEI-, y con los clientes pactan contratos de largo plazo por el servicio y abastecimiento entregado.
Las ventajas de este sistema no sólo son ecológicas, sino económicas. En términos de costo, el uso de diésel ronda los 115 a 120 dólares por MW, lo que se compara con 85 MW con energía solar, variando según la radiación (la ubicación), y los precios del petróleo. “Mientras más alto el precio del combustible que se reemplaza, más rentable se hace la inversión. Desindexa las variaciones internacionales de los combustibles”, dice Piraino.
¿Por qué no han considerado el uso solar para generación eléctrica, dado el déficit de Chile?
“Estamos aprovechando los factores competitivos que destacan a MEI. Acá estamos hablando de paneles de calentamiento de soluciones, que hoy día son rentables de aplicar. No se necesita subsidios, y eso hace la diferencia”, destaca el gerente. La firma también cuenta con patentes de invención para usar estas tecnologías en desalación y tratamiento de aguas, donde sí se produciría ahorro de energía eléctrica.