- Estudio revela que existen 693 hectáreas en Santiago con baja densidad, aunque están ubicadas en sectores bien conectados.
Fuente: La Tercera
Santiago, Chile. 6 mayo, 2013. Una paradoja se aprecia en la última investigación del Ministerio de Vivienda y Urbanismo sobre el Gran Santiago: zonas como Bajos de Mena, en Puente Alto y a una hora en bus del centro de la capital, es uno de los sectores con la mayor cantidad de inmuebles por hectárea de Chile; mientras que el sector de Laguna Sur, en Pudahuel y ubicado a solo pasos de la estación de Metro del mismo nombre, se pueden emplazar menos de 50 viviendas por manzana.Ese es uno de los principales datos que se desprenden de la investigación efectuada por la cartera a 14.000 manzanas (de 0,6 hectáreas en promedio) de 34 comunas de Santiago. En toda la capital existe un promedio de 64 viviendas por hectárea.
Una de las principales conclusiones es que los planes reguladores en las zonas cercanas al tren subterráneo impide la alta densidad habitacional. La excepción la constituyen manzanas del centro y oriente de la capital, que concentran una mayor cantidad de viviendas. Tal es el caso de Santiago Centro, Providencia y ejes de Las Condes y Ñuñoa. En esas áreas se alcanza una superficie de 796 hectáreas, que poseen una densidad de 160 viviendas por hectárea. El análisis contempló la franja de 600 metros alrededor de las líneas existentes (1, 2, 4, 4A, 5) y las proyectadas 3 y 6.
Sin embargo, el estudio establece que existen 693 hectáreas consideradas de baja densidad o capacidad de construcción (por altura o extensión), donde se pueden emplazar menos de 50 propiedades por hectárea. Así, comunas como Maipú (la segunda más poblada del país) o sectores de La Florida (tercera en habitantes a nivel nacional) tienen poca capacidad de expansión.
El análisis señala, además, que el 55% de la superficie estudiada, posee una regulación bajo las 163 hectáreas, medida con la que se puede emplazar un conjunto habitacional.
El ministro de Vivienda y Urbanismo, Rodrigo Pérez, explica que “si uno ve lo que pasa en el entorno de Metro, las densidades observadas son muy bajas y eso es algo que llama la atención. Si el Estado invierte millones de dólares por kilómetro, uno esperaría que la rentabilidad social de esa inversión sea alta”.
Evalúan nueva norma
Por ello, plantea que en esos sectores aledaños a Metro “uno podría pensar que exista una regulación, como una ley o un decreto que imponga alturas mínimas en torno a estas grandes inversiones, como una forma de densificar. Y complementariamente, poner incentivos adicionales para que estas mayores densidades incluyan viviendas económicas”. Por ello, la autoridad asegura que la cartera podría enviar un proyecto de ley dentro de este año, lo que pasa por una evaluación más amplia del Ejecutivo.
Para el subsecretario de Vivienda, Francisco Irarrázabal, los datos del catastro, “son preocupantes. En este estudio se revela la segregación que hay en la ciudad”. Añade que “en los lugares que ofrecen mayores niveles de integración a los servicios de la urbe, los planes comunales establecen regulaciones tan bajas que no permiten tener viviendas que satisfagan a más personas”. Cuenta que se ha mirado el modelo de Estados Unidos, donde existen incentivos a privados para construir en altura, en caso que incorporen a cuotas de viviendas para familias de diverso origen económico.
El socio de la Oficina Atisba, Iván Poduje, afirma que ubicar viviendas en estos sectores es ventajoso: “Beneficia a vecinos porque reducen tiempos de viaje, los costos de transporte y el uso del automóvil”.