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lunes, 3 de junio de 2013

El loft soñado puede costar hasta $ 500.000 mensuales


  • Algunos están dispuestos a esperar y pagar más con tal de hacerse de uno de los pocos disponibles.
Fuente: Las Últimas Noticias
los lofts en una alternativa apetecida por un grupo creciente que busca algo distinto y moderno.
Los lofts son una alternativa apetecida por un grupo creciente que busca algo distinto y moderno.
Santiago, Chile. 31 mayo, 2013. A penas lo vio, Francisco tomó una decisión rápida. “Lo compro”, le dijo a la corredora. Este ingeniero civil de 34 años ni siquiera preguntó cuánto le costaría ese loft de 90 m2 frente a la plaza Las Lilas, en Providencia. Llevaba un buen tiempo vitrineando: sabía que debería desembolsar sobre UF 5.000 pero no le importó. “Me dio lo mismo endeudarme”, recuerda, instalado hace ya casi un año en el lugar.
Así como para buena parte de los chilenos la expresión “el sueño de la casa propia” ha ido mutando hacia la figura del departamento, cada vez hay más que visualizan un loft como el lugar ideal. Son unidades con techo de doble altura, sin paredes de separación de ambientes, con amplios ventanales y un diseño vanguardista. Su origen está en el Nueva York de los años 70, cuando artistas locales comenzaron a adaptar antiguas bodegas de fábricas para vivir y trabajar en un solo lugar. Hoy las constructoras replican el modelo, con diseños que resaltan la obra gruesa, el aluminio y el diseño de cada rincón.
En Chile son aún escasos, pero la proliferación de las torres de departamentos en serie ha convertido a los lofts en una alternativa apetecida por un grupo creciente que busca algo distinto y moderno.
Alta demanda 
Las cifras demuestran que esta demanda sube como la espuma. “La oferta aún es muy discreta. Por ejemplo, en la comuna de Santiago hay 70 proyectos a la venta, pero sólo 3 ofrecen lofts. La demanda no se condice con la oferta existente”, explica Gabriela Paredes, subgerenta de comunicaciones de PortalInmobiliario.com.
Según una encuesta de este sitio, los interesados son principalmente profesionales entre 25 y 45 años dispuestos a comprar hasta por UF 5.500 (más de $ 125 millones) y arrendar por $ 500.000. “Prefieren esperar para encontrar el loft de sus sueños antes que cambiarse a un departamento común y corriente”, agrega Paredes, quien apunta a los barrios Yungay, Lastarria, Italia, Bellavista y Plaza Ñuñoa entre los preferidos de Santiago. Y en los cerros más onderos de Vaparaíso también son furor.
Por fuera pueden parecer rústicos, pero los lofts tienen comparativamente varias ventajas respecto de los departamentos comunes y corrientes. Por cierto, también tienen sus bemoles: no cuentan con la privacidad de las habitaciones y su amplitud de espacios hace compleja la administración de la energía, pero precisamente por eso suelen tener un diseño que permite aprovechar al máximo los recursos.
Para familias 
Por su amplitud de espacios, ductilidad y metraje (en promedio de 60 m2), los lofts suelen ser preferidos por quienes viven solos o en pareja sin hijos. Sin embargo, algunas constructoras han innovado con construcciones destinadas a familias. En Lo Barnechea y El Arrayán se ofrecen casas tipo loft de más de 110 m2 con precios que superan los $ 170 millones, valor que -en todo caso- puede ser más económico que el de una casa normal en el barrio. “Lo que se busca es un espacio donde sus habitantes puedan vivir su filosofía de vida”, define Paredes.
Para quienes buscan su primer loft, no es necesario gastar tanto. Los hay por un promedio de $ 35.000.000 (38 m2 en Santos Dumont, Recoleta), precio que sube unos $ 7 millones en el barrio República. Lo interesante es que son una buena apuesta de compra, ya que su arriendo en la comuna de Santiago promedia $ 330.000 mensuales (unos $ 50.000 más que los departamentos tradicionales).
Ventanas en el techo de los baños
En general, la norma de los lofts ofrece una apariencia cúbica con amplios ventanales de doble altura. Esto permite una iluminación natural clara y directa en toda la unidad durante gran parte del día. Incluso, en sus únicos espacios cerrados, como los baños, aparecen en algunos casos entradas de iluminación natural en los techos, a través de ventanas de termopanel. Fernanda Rubio, arquitecta asistente de Velux Chile, explica que dentro de estos paneles “hay un 98% de gas argón “que tiene como característica la modulación, lo que permite abarcar grandes paños, proporcionando mayor entrada de luz y mejorando el confort interior”.
Baja la cuenta de la luz 
Por muy buena orientación que tengan, en los departamentos tradicionales suele haber rincones que permanecen oscuros o requieren luz artificial de día. Los lofts tienen la gracia de que en verano no es necesario prender ampolletas en ningún rincón mientras haya sol, reduciendo las cuentas de luz.
Y durante la noche, debido a que no están compartimentados, basta la estratégica presencia de una buena luz central para alcanzar gran parte de su superficie. Menos es más.
Calefacción inteligente 
Al ser unidades abiertas, en invierno cuesta mantener el calor. Pero también su diseño y prestaciones están pensadas para ello. El mismo gas argón de los termopaneles (presentes en casi la totalidad de las unidades en venta) colabora a la aislación térmica y acústica en épocas frías y cálidas, utilizando el sol de manera inteligente durante el día y manteniendo el calor generado en en interior durante la noche. Los lofts suelen incorporar calefacción de losa radiante, aunque los más modernos tienden hacia sistemas eléctricos impulsados por Chilectra, que ahorran muchísima energía. ¿Cómo? Sistemas de calefacción y caldera que consumen kilowatts por unas pocas horas durante los tramos más baratos (usualmente durante la noche), y liberan calor o agua caliente todo el día.