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sábado, 7 de septiembre de 2013

Restricciones a la construcción: La “carga” de ser declarada zona patrimonial

 

  • Esto radicaría en que al ser fijado como de conservación histórica, los inmuebles pierden valor, se deterioran y quienes quieren invertir se van del lugar. ¿La solución? Piden un subsidio del Estado y un trabajo público- privado.
Fuente: Pulso
inversionistas ven limitadas muchas ves sus aspiraciones de crear focos de desarrollo o espacios habitacionales por estar restringidos con una normativa que establece conservar ciertos espacios.
Inversionistas ven limitadas muchas ves sus aspiraciones de crear focos de desarrollo o espacios habitacionales por estar restringidos con una normativa que establece conservar ciertos espacios.
Santiago, Chile. 6 septiembre, 2013. La declaración de conservación histórica de 285 inmuebles en el sector de Matta Sur de la comuna de Santiago hace algunas semanas trajo una “inquietud” no muy frecuente y conocida entre quienes quedan dentro del círculo de esta conservación patrimonial.
Es que tener una propiedad bajo este concepto no siempre es aceptable y visto como impulso a estas zonas por parte de los dueños.
Y es que simples modificaciones se convierten en complicadas. El cambio de techumbres o fachadas, en su estructura o alguna ampliación debe ser aprobada por la municipalidad respectiva o el Consejo de Monumentos, debido a su carácter histórico que conlleva estar dentro de la ley antes mencionada.
Debido a esto, inversionistas ven limitadas muchas ves sus aspiraciones de crear focos de desarrollo o espacios habitacionales por estar restringidos con una normativa que establece conservar ciertos espacios.
De hecho, la ley 17.288 que legisla sobre Monumentos Nacionales de 1970, más las disposiciones de la normativa 20.021 (2005), establece en su artículo 1 que “son monumentos nacionales y quedan bajo la tuición y protección del Estado, los lugares, ruinas, construcciones u objetos de carácter histórico o artístico; cementerios u otros restos de los aborígenes”, entre otros aspectos.
Pero ¿qué hay detrás de todo esto? ¿Está limitada la capacidad de decisión de los dueños? ¿Deben irse las constructoras que buscan invertir ahí?
Equilibrios
Para el gerente de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Javier Hurtado, el tema acá se trata de generar equilibrios.
Asegura que es “súper legítimo conservar si la sociedad quiere hacerlo, (pero es necesario) que ese proceso se legitime también en lo que se quiere conservar, que haya una razón real de fondo por la cual se quiera conservar, y no sea la mera voluntad de unas personas que quieren conservar una zona porque les molesta otra cosa”.
A lo anterior, según el directivo, se suma el hecho de que si la sociedad quiere resguardar un sector, “esto no puede imponerles costos adicionales o especiales a los propietarios de lo que se quiere conservar”.
Por ejemplo, “si tu familia quiere proteger la casa de tu abuelo, tienes que pagar todos los costos asociados a ello: puede ser vía subsidio del Estado o por expropiación, pero lo que no puedo hacer es decirle al dueño: mira, en tu casa no puedes hacer nada y de ahora en adelante no puedes hacer negocios, construir más o modificar. Eso es injusto”, dice.
Acá, detalla Hurtado, “hay muchos que han incorporado la Ley de Monumentos Nacionales y después le han agregado los planos reguladores. Hay harto conservado y hay un tema (…) hay muchas cosas que se quieren conservar, como en Valparaíso o Viña del Mar, y al final te das cuenta que todo eso termina incendiándose, porque no se sabe en qué usarlo”.
Expansión limitada
A lo anterior, el directivo de la CChC suma el que ahora también han escuchado a los nuevos alcaldes -en general- decir mucho la idea de no querer en su barrio o comuna más la construcción de edificios, usando para ello “muchos mecanismos” como cambios al plan regulador para proteger zonas típicas.
Y ese tema, indica, “es complejo. De hecho, lo dijimos en mayo pasado: Santiago debiera crecer en los próximos 10 años en unos 500.000 hogares por lo menos (pero) si empiezas a limitar el crecimiento de la ciudad tanto en extensión como en altura, porque nadie quiere construir edificios en su comuna, la verdad es que no tenemos cómo hacerle para adelante, trayendo como consecuencia que los precios de las viviendas estén creciendo 6% u 8% real anual”.
Acá, reconoce, las consultas que se hagan tienen que ser “mucho más amplias. No solamente consultarle a los afectados, sino también a los (eventuales) beneficiados. Todo acto tiene costos y beneficios, si quieres proteger es fantástico, pero esto tiene costos, por eso todas esas cosas tiene que ser compensadas”.
Deterioro
El concejal de la comuna de Santiago Felipe Alessandri (RN) concuerda con dicha visión. Es más, fue el único opositor- dentro del Consejo- a declarar 285 inmuebles de Matta Sur como conservación histórica.
Puntualiza que con estas soluciones se genera un “boomerang”, que termina peor a como comenzó.
“Refaccionar las casas antiguas es muy caro. Están emplazadas en terrenos de 1.000 ó 1.500 metros. Es todo un tema que para las inmobiliarias, y con todas las restricciones que hay, estas terminan arrancándose”, explica el concejal.
Añade que se podría generar una alianza público-privada para modernizar los barrios, pero no limitar a los dueños.
Alessandri apuesta que una modificación a la Ley 17.288 ayudaría a hacer las cosas más expeditas. “Crear cierto incentivo del gobierno para la conservación del patrimonio, pero siempre buscando otra alternativa que no sea declarar el inmueble como conservación histórica, porque ahí lo liquida, baja en 2/3 el valor del a propiedad”.