- “Se establecen viviendas en zonas inundables”, “plantea una nueva forma de planificar la ciudad”, “traerá más sequía” o “debe pasar por evaluación ambiental estratégica” son sólo algunas opiniones que se levantan en torno al proyecto que expande en 10.262 hectáreas el suelo urbano metropolitano.
Fuente: La Segunda
Santiago, Chile. 26 abril, 2013. Fue como encender la mecha de una bomba por largo tiempo inactiva. Desde septiembre de 2011 para ser más exactos, cuando la Contraloría desechó seguir con la tramitación del nuevo Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS 100) pidiendo que se hicieran correcciones al documento que extiende en 10.262 hectáreas el suelo urbano de Santiago.A partir de ese momento, poco se había hablado sobre el tema.
Hasta que el lunes pasado se supo que ya están hechas las modificaciones. Es decir, el plan está listo para seguir su trámite en la Contraloría (lo cual debía ocurrir hoy a más tardar, según se indicó extraoficialmente en el Ministerio de la Vivienda).
De inmediato varios urbanistas levantaron su voz a través de cartas en los diarios. El arquitecto y decano de la UDP, Mathias Klotz, dijo que el plan sólo traería “más autos, más contaminación y un sistema de transporte menos eficiente”. El presidente del Colegio de Arquitectos, Luis Eduardo Bresciani, sostuvo que es “muy inoportuno que se reingrese a tramitación en las actuales circunstancias”.
Aludía a la inminente entrega de una nueva Política de Desarrollo Urbano, elaborada por la Comisión Asesora Presidencial especialmente convocada para revertir los flagelos que hoy padecen muchas ciudades chilenas.
Porque muchos se preguntaron para qué se quiere un plan macro si ya se empezaron a hacer los ajustes.
Por si fuera poco, el miércoles la senadora Soledad Alvear (DC) solicitó al Contralor, Ramiro Mendoza, que se pronuncie sobre la pertinencia de aplicar a las modificaciones hechas al plan, una Evaluación Ambiental Estratégica.
Este peritaje es mucho más exigente que el Sistema de Evaluación Ambiental (de la antigua Corema) que el PRMS pasó en febrero de 2010. Según explica la senadora, “lo que la nueva institucionalidad ambiental exige es que este tipo de instrumentos pasen por una Evaluación Ambiental Estratégica, sobre todo si se quiere aumentar en 10.000 hectáreas la zona urbana. Se debe garantizar que el plan sea analizado por los distintos ministerios competentes y por la propia comunidad, cosa que no se ha hecho”.
Y eso que el PRMS 100 recién comienza de nuevo el camino para ser realidad.
Las discrepancias en el Core
Los consejeros regionales (cores) de la comisión de Ordenamiento Territorial del Consejo Regional Metropolitano de Santiago deben “tomar conocimiento” de las correcciones hechas al PRMS. No tienen derecho a cambiar nada -porque el Core ya aprobó en 2011 el documento con dos tercios de sus miembros-, pero varios tienen reparos. Por lo demás, la postura del Gobierno es que los cambios que se hicieron fueron puramente formales.
Por ejemplo, la consejera Gloria Requena (PS) dijo a “La Segunda” que “este plan agregará a Santiago casi 2 millones de habitantes nuevos, sin que se señale quién se hace cargo de la vialidad estructurante, o qué es lo que pasa con la seguridad ciudadana. También está mal diseñado: se establecen viviendas en zonas que son zonas inundables”.
La consejera Eva Jiménez (DC) apunta que “en estudios recientes, hechos por la U. de Chile y la UC, se señala que la impermeabilización de los suelos, que se produce por ejemplo cuando un suelo agrícola pasa a ser urbano, tiene consecuencias negativas a largo plazo en napas subterráneas o escurrimiento de aguas, lo que traería más sequía a lugares que ya la sufren como Melipilla, Colina y Til Til”.
Del otro lado, el core Félix Viveros (RN) dice que “yo lo voté favorablemente por una cuestión fundamental: No es razonable que Santiago siga creciendo como una mancha de aceite. Hay que darle un orden al crecimiento y desarrollo de la ciudad y este plan lo garantiza”.
El hoy alcalde de Conchalí, Carlos Sottolichio (PPD), fue consejero regional durante el período en que el Consejo Regional aprobó el PRMS. La primera vez que se votó la iniciativa -junio de 2010- votó en contra. Sin embargo la segunda -marzo 2011- lo hizo a favor.
El cambio de parecer, dice, fue porque “llegué al convencimiento de que este plan había que aprobarlo, ya que se había generado una fuerte presión de parte de muchos vecinos que a pesar de tener su subsidio aprobado no tenían dónde construir sus viviendas por la falta de terrenos”.
Las alternativas que proponen los urbanistas
El subdirector del Instituto de Estudios Urbanos de la UC, Roberto Moris, considera que el PRMS 100 ”no se hace cargo de las posibilidades de promover mayores densidades en áreas bien dotadas y con buena conectividad y accesibilidad como San Joaquín, San Miguel, Pedro Aguirre Cerda y Cerrillos, que se verán beneficiadas por la nueva línea 6 del Metro”.
Por su parte, el secretario general del Colegio de Arquitectos, Julio Alegría, considera que “no es coherente con la sostenibilidad ambiental urbana extenderse a suelos agrícolas cuando existe aún suficiente suelo urbano (…) favorece inversiones en las áreas propuestas, pero sin resolver primero los problemas que vendrán en cuando a conectividad, servicios de educación, salud y otros”.
La arquitecta y urbanista de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile, Viviana Fernández, también apunta a que este plan regulador “facilita” la acción de las inmobiliarias. “Es más simple empezar en un área vacía que en una donde ya hay construcciones”, señala.
Al respecto, el arquitecto Iván Poduje aporta al debate señalando en su cuenta de Twitter que “en Colina, Lampa y Buin existen 9.900 hectáreas para expansión. Sin mitigaciones. Por si acaso, estas comunas están en la Región Metropolitana”. Asimismo agregaba que “también hay otra comuna que se llama Isla de Maipo. Ahí existen 484 hectáreas para crecer en expansión. Sin mitigaciones”.
Otra mirada tiene el gerente de Vivienda y Urbanismo de la Cámara Chilena de la Construcción, Pablo Álvarez, para quien “el PRMS ofrece incorporar nuevo suelo al área metropolitana de Santiago, lo que permitirá atender de mejor forma la demanda por viviendas de un importante número de familias que hoy se ven obligadas a trasladarse a sectores periféricos, con un consecuente aumento en los tiempos de viaje y pérdida de calidad de vida. Además, como los proyectos deberán cumplir una serie de condiciones para desarrollarse, se tratará de zonas con un adecuado nivel se servicios y equipamiento. Y, por otra parte, la incorporación de nuevo suelo urbanizable contribuirá a bajar los precios relativos de las viviendas en general en toda la ciudad”.
Subsecretario de Vivienda: “Es un buen plan”
El subsecretario de Vivienda, Francisco Irarrázaval, es tajante. “La ciudad creció, eso es un hecho. Las viviendas hay que ponerlas en alguna parte y quien diga que se puede sólo por densificación en altura o sólo por extensión, carece de todo realismo. Debe ser una combinación de ambas, que permita la convivencia de distintas clases sociales, que genere vías de conectividad…”Va más allá: “Cuando una ciudad está en desequilibrio, surgen alzas violentísimas del precio del suelo, las viviendas sociales se empiezan a ir a la periferia. Tiene un costo para toda la sociedad que esto (el Plan Regulador Metropolitano) no se haga, todos vamos a tener que pagar más por vivir en la ciudad. Y esto no es como lo que se hizo el 90 o en 2003. Es (un plan) integrado, balanceado, con mucha reconversión de suelo además, incorporando un porcentaje importante de área verde”.
-¿Cómo se subsanaron las observaciones en que no está claro cómo se va a cumplir el 8% destinado a vivienda social?
-Lo que la Contraloría observó es que en el PRMS no estaba definido cómo se calculaba el porcentaje de suelo para ese objetivo, el mecanismo exacto, y ahí lo que se ingresa es una fórmula de cómo se hace. Pasa lo mismo con las áreas verdes, que es una cuestión que se explicitó. Todos los planes tienen estas etapas. Ha habido muchas consultas, reuniones, estos procesos toman mucho tiempo.
-¿Se lo enviaron al Core para que visara los cambios?
-Hay un grupo que lo está revisando, pero no va a votación de nuevo, porque son cambios más bien formales.
-Es que hay varios consejeros en desacuerdo con el contenido del plan.
-Este PRMS 100 fue aprobado por dos tercios del consejo regional hace poco más de un año. Me parece improcedente que ahora digan que no están de acuerdo.
-Urbanistas han criticado que no se espere un poco para poner el Plan Regulador en consonancia con la Política Nacional Urbana que elabora una comisión presidencial.
-Suena razonable lo que se plantea, pero uno no podría detener todos los planos reguladores de todo el país a la espera de una política de lineamientos generales, que debe bajarse a una norma específica. Me parece que sería detener todo el avance que se está haciendo en materia de urbanismo. Por lo demás, yo creo que este PRMS 100 es un buen plan, se inició en el gobierno anterior, recupera muchos de los elementos de la política de desarrollo urbano. Por ejemplo, se dispone suelo para viviendas sociales, dispone taxativamente cuáles son las grandes áreas verdes que se van a desarrollar, obliga a los desarrolladores inmobiliarios a pagar durante 5 años la mantención de ellas, obliga a que subir la densidad (de 16 a 160 habitantes por hectáreas en áreas que se incorporen) se deba hacer en paños de 60 hectáreas para que se mitiguen los impactos, se construyan las vías. Esto es mucho más profundo que correr el límite urbano un par de metros.
-Hay expertos que dicen que hay comunas donde quedan suelos para crecer, como Lampa.
-Lampa es una de las comunas que más crece en base a viviendas sociales, y está lejos del trabajo, del transporte. Uno no quiere que eso pase. Este PRMS incorpora al límite urbano extensiones de suelo que quedaron como rurales dentro de Santiago, son los llamados terrenos intersticiales. Eso incluso permite darles continuidad a calles que quedaron interrumpidas. Y lo otro que tiene es reconversión a suelos de uso mixto para que pueda haber viviendas en lugares como Renca.
-Hay quienes temen que detrás de esto haya un negocio para quienes hoy poseen esos terrenos que dejarán de ser rurales.
-Es probable que haya propietarios que puede ser que tengan grandes utilidades, pero también van a tener varios costos a la hora de materializar esos desarrollos. En segundo lugar, de no extenderse (los límites), se benefician quienes hoy son dueños de terrenos dentro del límite urbano, por la escasez de suelos.
-La senadora Alvear dice que debiera someterse a una evaluación ambiental ahora.
-Ya se cumplió ese trámite en 2009 y los cambios hechos ahora son menores y no ameritan, según lo corroboró ahora la autoridad ambiental.
Zonas de parques y viviendas sociales
Según los datos del ministerio, el PRMS 100 extiende los límites urbanos en Quilicura, Pudahuel, Maipú, San Bernardo y La Pintana. Y de uso industrial exclusivo pasan a uso habitacional mixto en Renca, Cerro Navia, La Pintana y Puente Alto.
Se trata de 10.262 hectáreas, lo que implica que “crece en 9,2% el área urbana de Santiago disponible para vivienda y otros usos”.
De las 10.000 hectáreas, señala un estudio oficial, 25% se reserva para nuevas áreas verdes, 6% es para equipamiento y 8% es para viviendas sociales. El resto es para otro tipo de casas.
-¿Cómo se subsanaron las observaciones en que no está claro cómo se va a cumplir el 8% destinado a vivienda social?
-Lo que la Contraloría observó es que en el PRMS no estaba definido cómo se calculaba el porcentaje de suelo para ese objetivo, el mecanismo exacto, y ahí lo que se ingresa es una fórmula de cómo se hace. Pasa lo mismo con las áreas verdes, que es una cuestión que se explicitó. Todos los planes tienen estas etapas. Ha habido muchas consultas, reuniones, estos procesos toman mucho tiempo.
-¿Se lo enviaron al Core para que visara los cambios?
-Hay un grupo que lo está revisando, pero no va a votación de nuevo, porque son cambios más bien formales.
-Es que hay varios consejeros en desacuerdo con el contenido del plan.
-Este PRMS 100 fue aprobado por dos tercios del consejo regional hace poco más de un año. Me parece improcedente que ahora digan que no están de acuerdo.
-Urbanistas han criticado que no se espere un poco para poner el Plan Regulador en consonancia con la Política Nacional Urbana que elabora una comisión presidencial.
-Suena razonable lo que se plantea, pero uno no podría detener todos los planos reguladores de todo el país a la espera de una política de lineamientos generales, que debe bajarse a una norma específica. Me parece que sería detener todo el avance que se está haciendo en materia de urbanismo. Por lo demás, yo creo que este PRMS 100 es un buen plan, se inició en el gobierno anterior, recupera muchos de los elementos de la política de desarrollo urbano. Por ejemplo, se dispone suelo para viviendas sociales, dispone taxativamente cuáles son las grandes áreas verdes que se van a desarrollar, obliga a los desarrolladores inmobiliarios a pagar durante 5 años la mantención de ellas, obliga a que subir la densidad (de 16 a 160 habitantes por hectáreas en áreas que se incorporen) se deba hacer en paños de 60 hectáreas para que se mitiguen los impactos, se construyan las vías. Esto es mucho más profundo que correr el límite urbano un par de metros.
-Hay expertos que dicen que hay comunas donde quedan suelos para crecer, como Lampa.
-Lampa es una de las comunas que más crece en base a viviendas sociales, y está lejos del trabajo, del transporte. Uno no quiere que eso pase. Este PRMS incorpora al límite urbano extensiones de suelo que quedaron como rurales dentro de Santiago, son los llamados terrenos intersticiales. Eso incluso permite darles continuidad a calles que quedaron interrumpidas. Y lo otro que tiene es reconversión a suelos de uso mixto para que pueda haber viviendas en lugares como Renca.
-Hay quienes temen que detrás de esto haya un negocio para quienes hoy poseen esos terrenos que dejarán de ser rurales.
-Es probable que haya propietarios que puede ser que tengan grandes utilidades, pero también van a tener varios costos a la hora de materializar esos desarrollos. En segundo lugar, de no extenderse (los límites), se benefician quienes hoy son dueños de terrenos dentro del límite urbano, por la escasez de suelos.
-La senadora Alvear dice que debiera someterse a una evaluación ambiental ahora.
-Ya se cumplió ese trámite en 2009 y los cambios hechos ahora son menores y no ameritan, según lo corroboró ahora la autoridad ambiental.
Zonas de parques y viviendas sociales
Según los datos del ministerio, el PRMS 100 extiende los límites urbanos en Quilicura, Pudahuel, Maipú, San Bernardo y La Pintana. Y de uso industrial exclusivo pasan a uso habitacional mixto en Renca, Cerro Navia, La Pintana y Puente Alto.
Se trata de 10.262 hectáreas, lo que implica que “crece en 9,2% el área urbana de Santiago disponible para vivienda y otros usos”.
De las 10.000 hectáreas, señala un estudio oficial, 25% se reserva para nuevas áreas verdes, 6% es para equipamiento y 8% es para viviendas sociales. El resto es para otro tipo de casas.