- En Ingeniería y Construcción disminuyeron líneas de menor margen, en Aconcagua están enfocados en vender proyectos de mayor valor. En tanto, las operaciones internacionales comenzarán a aportar este año y próximo.
Fuente: Diario Financiero
Firma espera que negocio se optimice este año y especialmente el próximo.
Santiago, Chile. 27 septiembre, 2013. Distintas estrategias ha tomado el grupo SalfaCorp, con el fin de aumentar sus márgenes, luego de varios trimestres grises, con fuertes castigos en lo que va del año a los precios de las acciones de las empresas del sector ingeniería y construcción e inmobiliario, del que SalfaCorp es parte. En la compañía acusaban que el mercado no sabía leer del todo sus números, sin analizar de manera independiente la naturaleza de los negocios en que participa –ingeniería y construcción e inmobiliario-, lo que los llevó a considerar la separación en dos sociedades en la Bolsa, lo que finalmente fue descartado.
Sin embargo, la firma asegura que pronto van a comenzar a cosechar parte de lo que ha sembrado, en la búsqueda de mejores rentabilidades. Señalan que a partir de este año se verán mejoras en sus márgenes, y “en especial al 2014”.
Tres han sido los enfoques en esta estrategia: potenciar las líneas de mayor valor agregado, la diferenciación y diversificación de ingresos y, a la vez, la disminución de líneas de negocios más “commoditizados”.
Por ejemplo, en ICSA, la filial de ingeniería y construcción, la estrategia ha sido disminuir ventas en líneas de menor margen y crecer en aquellas de mejor margen. “Eso se está viendo ya este año y con mayor claridad se verá a partir del próximo”, aseguran en SalfaCorp. En el brazo inmobiliario, Aconcagua, “también hemos privilegiado ventas de proyectos con mayor valor agregado y hemos reducido de manera importante la construcción de edificación a terceros que es un negocio de menores márgenes, sobre todo en este último tiempo”.
Empresas Tecsa e ICEM
Una parte de la estrategia de SalfaCorp fue sumar a ICSA nuevas especialidades de negocio. Para conseguirlo, hace poco más de dos años adquirieron Empresas Tecsa e ICEM que aportan lo que andaban buscando. Según la firma, las adquisiciones “han agregado valor, puesto que han contribuido a la diferenciación en el servicio que ofrece ICSA a sus clientes y además son negocios que cuentan con mayores barreras de entrada, tanto por inversión como por know-how”.
El impacto de estas adquisiciones se encuentra consolidado dentro de los números de ICSA. Al cierre del primer semestre, estas empresas aportaron ingresos por aproximadamente $ 63.062 millones y representaron cerca del 18% del total de ingresos de la filial, con un 38% del backlog a futuro.
Otro aspecto donde se siente el aporte de estas firmas, es que han permitido contar con ingresos más recurrentes, con un backlog de más largo plazo y mitigando la dependencia de la inversión en proyectos nuevos del sector. “Del backlog total de ICSA, un 35% corresponde a ingresos recurrentes”, explican en la compañía.
Operaciones internacionales
Dentro de la diversificación de ingresos, un punto que comenzará a rendir frutos más evidentes a partir del próximo año son las filiales internacionales. En el caso de Ingeniería y Construcción, Perú “está contribuyendo en las utilidades a partir de este año en forma más importante y sus ventas ya representan, al cierre de junio de 2013, un 11% de los ingresos consolidados de ICSA”, explican en SalfaCorp.
En tanto, las operaciones de ICSA en Colombia y Panamá comenzaron en el año 2011, por lo que están en su etapa de desarrollo. Sin embargo, dicen en la compañía, “sus resultados se empezarán a ver a partir de fines de este año, en línea con nuestras estimaciones para estos dos países”. En todo caso, agregan que el impacto en los números “se muestra en la cuenta de participación en asociadas y negocios conjuntos, dentro del resultado no operacional, ya que estas operaciones no consolidan sus estados financieros en ICSA”.
En cuanto a la operación inmobiliaria de la filial Aconcagua en Miami, “sus avances han estado de acuerdo con los objetivos de la compañía”, dicen en SalfaCorp. “Las escrituraciones de estos proyectos comenzaron durante el tercer trimestre de este año por lo que el impacto de éstas quedará reflejado en los estados financieros de septiembre y diciembre de 2013”. Explican, además, que “los resultados de estos proyectos están en la línea de resultados de negocios conjuntos, dentro del no operacional, puesto que Aconcagua tiene menos del 50% de la propiedad de estos proyectos inmobiliarios”, agregan.
Cartera de proyectos
Sumado a ello, se agrega la cartera de proyectos por ejecutar (backlog), que también se muestra sano. La firma reconoce que al cierre del primer semestre el backlog de ICSA sumaba $ 633.198 millones, de los cuales
$ 601.352 millones corresponden a proyectos por realizar en Chile y
$ 31.846 millones en Perú. Las unidades de Colombia y Panamá tienen un backlog de $ 17.795 millones, cuyos resultados se registran como utilidad en empresas relacionadas.
Esta cartera de obras por ejecutar representa un alza de 60% desde diciembre 2011, año en que fueron adquiridas las empresas que aportan a este backlog. Al mismo tiempo, “ICSA ha disminuido las líneas de negocio de menor valor agregado, especialmente Infraestructura y Construcción. De esta forma, el backlog asociado a estas especialidades ha decrecido 55% en el mismo período”, dicen en SalfaCorp.
En Aconcagua (filial inmobiliaria), en tanto, a la misma fecha tiene un backlog combinado de promesas de UF 12 millones, lo que equivale a ventas de 12 meses y está en línea con la estrategia de la compañía de no incrementar el nivel de promesamiento de no más allá de un año. “Este backlog es coherente con la moderación de la demanda y las restricciones de la oferta que ha experimentado el mercado inmobiliario nacional en el último tiempo”, señalan en la compañía.
Un punto importante para SalfaCorp es reducir el endeudamiento, el que también señalan que no es comprendido del todo por el mercado. “Una parte importante de la deuda proviene del negocio inmobiliario de Aconcagua, principalmente créditos de construcción, que crece entre enero y septiembre y se reduce en el cuarto trimestre de cada año. Esta deuda no se paga con el Ebitda de Aconcagua, sino que con la venta de los activos inmobiliarios, que ocurre en mayor volumen en el cuarto trimestre”, explican.
A eso, hay que sumar la deuda “facultativa”, que son las opciones sobre terrenos que no tienen una obligación de plazo, es una deuda que se ejerce sólo si Aconcagua decide activar la opción de compra de un determinado terreno, lo que hace que no sea una deuda obligatoria o exigible. “Sin embargo la norma IFRS propone una contabilización distinta que es la que muestran nuestros estados financieros y, por lo tanto, el mercado lo ha interpretado como una mayor deuda exigible”, dicen en SalfaCorp.
Cuando uno suma estas dos deudas se ve que el compromiso de Aconcagua por estos conceptos es $ 104.599 millones en créditos de construcción y $ 44.528 millones en pasivos por opciones, lo que hace que la deuda real exigible disminuya de manera importante, añaden.
Sin embargo, no conformes con ello, la compañía tiene un plan de aumento de capital en camino que le llevaría a Aconcagua a reducir su exposición, o leverage, a valores en el rango de 2,0 a 2,5 veces su patrimonio, que es la política de endeudamiento indicada por el directorio de SalfaCorp para esta filial.
En tanto, en la filial ICSA, que es un negocio de flujo de caja, se debe mirar la deuda financiera neta, explican en el grupo. Ésta es de 0,8 veces su patrimonio, una reducción importante desde diciembre 2012 cuando era de 0,89 veces. “Un índice de 0,80 veces es un nivel bastante razonable para empresas como éstas y en línea al benchmark de mercado. Además, en el caso de ICSA la cobertura de deuda financiera neta sobre Ebitda, y de Ebitda sobre gastos financieros netos es bastante adecuada”, añaden.